Hace diez años, Ewan McGregor casi interpreta a un ejecutivo de publicidad que viaja en el tiempo a la España del siglo XVII para la película El hombre que mató a Don Quijote. El papel finalmente fue a parar a Adam Driver, pero el actor de Obi-Wan Kenobi ha querido recordar en una entrevista para GQ, cómo en 2010 el director de la cinta Terry Guilliam fue enormemente duro con él, sobre cómo había gestionado su carrera interpretativa.
Al principio de la producción de El hombre que mató a Don Quijote, Johnny Depp era el que iba a interpretar al personaje, pero la película de Guilliam sobre la obra de Cervantes ha sido una de las historias que más complicaciones ha tenido para llegar definitivamente a los cines. Al final, tardó 20 años en realizarse, pero antes el director y ex miembro de los Monty Python se acercó en 2010 a McGregor y criticó la evolución de su carrera desde el film Trainspotting de Danny Boyle: “¿Qué diablos has estado haciendo todo este tiempo? Has estado minimizando todo. ¿Qué le pasó al chico de Trainspotting? ¡¿Qué pasó con ese tipo?!”, recordaba las palabras de Guilliam un afectado McGregor.
Por aquel entonces, seguramente Guilliam se refería a las precuelas de Star Wars en las que Ewan McGregor interpretó a una joven versión del Obi-Wan Kenobi de Alec Guiness. En 2010, el cineasta le dijo a la revista Empire que buscó al actor para brindarle una plataforma diferente en la que recuperar sus habilidades de actuación multifacéticas:
“Hay muchos colores en Ewan que no ha estado mostrando recientemente y es hora de que los muestre de nuevo. Tiene un gran sentido del humor y es un actor maravilloso. Es maravillosamente juvenil y puede ser encantador. Cuando muestra una sonrisa, todo el mundo se derrite. Lo maneja como una bomba nuclear”.
Este 2022 nos reencontraremos con la voz de McGregor dando vida a Pepito Grillo en Pinocho de Guillermo del Toro. En 2023 estrenará tres películas más: The land of Sometimes, The cow y Everest. Por su parte, el director no ha vuelto a tener ningún proyecto desde que en 2018 llevase al personaje más conocido de la literatura española al cine. Fue un fracaso económico sin precedentes ya que costó 16 millones de euros y tan sólo recaudó 2,4. Un duro golpe para un Guilliam al que seguramente le costará volver a encontrar financiación para un nuevo film.
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