Las voces dentro del Partido Demócrata que exigen la dimisión del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se han intensificado este martes, después de que una tercera mujer lo denunciara también por presunto abuso sexual.
Un grupo a la izquierda de la delegación demócrata de Nueva York emitió un comunicado en el que subrayó que “los relatos de acoso sexual” que se han conocido en los últimos días confirman lo que muchos han sabido por años, que el gobernador Cuomo usa su poder para menospreciar, intimidar y acosar a sus empleados y colegas.
Entre quienes firman el documento se encuentran los miembros del Senado de Nueva York, Julia Salazar y Jabari Brisport, y los integrantes de la Asamblea Emily Gallagher, Phara Souffrant Forrest, Marcela Mitaynes y Zohran Mamdani.
Al reclamo se une la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien el lunes consideró “creíbles” las acusaciones contra Cuomo y abogó por una investigación independiente sobre lo ocurrido.
Dentro del Congreso de Estados Unidos, las representantes demócratas por Nueva York, Carolyn Maloney y Hakeem Jeffries, también mostraron su apoyo hacia estas mujeres que denunciaron a Cuomo y han insistido en una “investigación a fondo”.
No obstante, existe otra postura dentro de la formación demócrata que considera que Cuomo debería enfrentarse a un proceso de impeachment, pues también pesan sobre él acusaciones de negligencia durante la pandemia, ya que supuestamente habría encubierto decenas de muertes en las residencias de mayores de Nueva York.
El pasado viernes Lindsey Boylan, quien trabajó como asistente para Cuomo, publicó una carta en la que relató cómo “la intimidación” dentro de su administración era tan generalizada que se toleraba y se esperaba.
Boylan narró también episodios de tocamientos y caricias que Cuomo le infligió en la espalda, brazos y piernas, así como el de un beso en los labios; además de otros en los que el gobernador emitía comentarios inapropiados contra sus compañeras por su apariencia física.
En los últimos días, Charlotte Bennett, quien trabajó como asesora adjunta de Sanidad del Gobierno del estado de Nueva York, y Anna Ruch, quien coincidió con Cuomo en un salón de actos, han relatado otra serie de episodios que no dejan en buen lugar el gobernador.
Los republicanos han criticado a los demócratas, que controlan ambas cámaras en el Capitolio del estado de Nueva York, por su tardanza en este y otros asuntos, como las acusaciones de mala práxis durante la pandemia.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, informó el domingo de la apertura de una investigación y de que su oficina contratará un bufete de abogados para supervisarla. Además, aseguró que proporcionará a los investigadores la capacidad de llamar a testigos a declarar.
Europa Press
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