La empresa de seguridad privada que se encarga de vigilar en la estación de Renfe de Sants, en Barcelona, ha expulsado este viernes del servicio a uno de sus agentes por agredir a una mujer repetidas veces cuando esta ya estaba reducida en el suelo por otros cuatro empleados. La mujer había sido bloqueada tras mostrarse agresiva al no querer ser grabada por las cámaras de televisión que estaban cubriendo la jornada de huelga de maquinistas en la estación. Tras ver las imágenes de la agresión por parte de uno de los agentes, Renfe ha pedido la expulsión del trabajador, que la empresa de seguridad, Sureste, ha efectuado inmediatamente. El Ayuntamiento de Barcelona ha pedido que se investigue el suceso como una agresión tránsfoba.
En las imágenes de la agresión, captada por la televisión local Betevé, se ve como cinco agentes de la empresa Sureste se acercan a una mujer y la bloquean en el suelo de la estación de Sants, sobre las 11 horas de este viernes. La actuación ha venido motivada por el comportamiento de la mujer, que según la empresa de seguridad habría dado un golpe a un operador de cámara de televisión y se habría puesto “un poco agresiva”. Durante la maniobra de reducción, la víctima grita y uno de los agentes le espeta “cállese ya señor”. Acto seguido, y con ella todavía en el suelo, el agente ya expulsado le propina tres puñetazos y una patada, mientras los pasajeros que presencian el suceso y algunos de sus compañeros le recriminan su agresividad.
“No toleramos este tipo de actitudes”, ha dicho el portavoz de la ferroviaria en Cataluña, Antonio Carmona, quien también ha presenciado los hechos y ha pedido rápidamente a la empresa de seguridad la apertura de un expediente de expulsión para el trabajador. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación y tomarán declaración a la persona agredida, que ha sido trasladada al hospital.
El concejal de derechos de la Ciudadanía y Participación del Ayuntamiento de Barcelona, Marc Serra, ha expresado en Twitter que “hace falta abrir una investigación sobre esta agresión tránsfoba”, argumentando que uno de los agentes ha llamado “señor” a la agredida. El Ayuntamiento ha activado el protocol y ha puesto a disposición la Oficina de No Discriminación “para dar apoyo jurídico y psicosocial a la mujer agredida”.
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