El Zar anti-drogas de la Casa Blanca visita México en medio de un incremento en el número de presuntos criminales extraditados de México a Estados Unidos.
En el marco de la visita a México esta semana de Jim Carroll, director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), el gobierno mexicano enfrenta “mucha presión” por parte de autoridades estadounidenses para entregar en extradición a capos de la droga que acusados en cortes norteamericanas, sostuvo el experto Gerardo Rodríguez Sánchez Lara.
Rodríguez, profesor investigador de Seguridad Nacional de la Universidad de las Américas de Puebla, dijo en entrevista para Aristegui en Vivo que tanto para la DEA, la agencia estadounidense especializada en control de drogas, como para la oficina dirigida por Carroll uno de los temas de “mayor interés con México es la captura de los grandes capos que tienen en su lista de más buscados y su proceso de extradición lo antes posible”.
La visita de Carroll a territorio mexicano, del 9 al 15 de febrero, se da en medio de un incremento en las extradiciones de presuntos líderes criminales de México a Estados Unidos.
Señaló que el número de extradiciones cayó drásticamente durante la administración de Enrique Peña Nieto, pero ahora, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, “tuvieron que volver a la agenda”, pues se trata de un tema sumamente relevante tras el escape de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Por otro lado, Rodríguez descartó que uno de los motivos del viaje de Carroll a México se deba a la intención del presidente de Estados Unidos de catalogar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, pues señaló que ese ahora ya es un tema descartado. “Era atractivo para desviar la atención durante el proceso de destitución, pero eso ya pasó y no creo que eso vaya a avanzar”.
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“La declaración de los cárteles mexicanos como grupos terroristas es muy complicado para la legislación de Estados Unidos, pues tendrían que hacer una gran estrategia de congelamiento de cuentas, activos, de persecución de vínculos estadounidenses en su territorio porque se dedican a financiar a grupos terroristas si así se les cataloga”, manifestó.
Rodríguez resaltó que los cárteles mexicanos, a pesar de ser organizaciones criminales sumamente poderosas y con acceso a armas, en realidad no pueden dejar de operar sin la ayuda de los “cárteles gringos”.
“Sin ese apoyo y logística para introducir y vender la droga en Estados Unidos sería imposible el poder de estas organizaciones criminales”, dijo. Por otra parte agregó que en el supuesto de que eso ocurriera, la declaración entorpecería la relación con México de una manera muy significativa, contaminaría los temas de cooperación, no solo de combate a las drogas, de cooperación militar.
