Desde que es presidente de Brasil, Jair Bolsonaro tiene cita con los internautas todos los jueves a las siete de la tarde. Durante más de una hora comparece en directo a través de varias redes sociales para enumerar logros gubernamentales, charlar con ministros sobre proyectos, difundir algunas medias verdades o falsedades, abordar y generar controversias de toda índole. Facebook e Instagram bloquearon este domingo por la noche el live en el que el pasado día 21 el mandatario vinculó la inmunización de la covid-19 con el sida. “Nuestras políticas no permiten acusaciones de que las vacunas de la covid-19 matan o pueden causar daños graves a las personas”, según un portavoz de la empresa de California. YouTube, que pertenece a Google, se ha sumado por la noche al desactivar el vídeo.
El brasileño se hacía eco de una vieja teoría de la conspiración que, como todas, va y viene con algunas variaciones. Antes de empezar a leer un recorte, Bolsonaro era perfectamente consciente de que entraba en terreno pantanoso, como les dejó claro a quienes le veían en directo: “Solo voy a dar la noticia. No la voy a comentar porque ya lo dije en el pasado y fue muy criticado. Informes oficiales del Gobierno de Reino Unido sugieren que los totalmente vacunados están desarrollando sida 15 días después de la segunda dosis. Lean esa noticia. No voy a leerla aquí porque podría tener problemas con mi transmisión en vivo”, declaró, según la transcripción de Efe. Una afirmación falsa que el Gobierno británico ha desmentido. Este lunes Bolsonaro ha echado la culpa del bloqueo a la publicación brasileña de la que sacó la noticia falsa original.
El Senado votará a partir del martes el informe final de una comisión de investigación que le acusa de crímenes contra la humanidad por su gestión de la pandemia.
Aunque Bolsonaro es uno de los poquísimos mandatarios mundiales que sigue con ese discurso que oscila entre el negacionismo y el escepticismo sobre la pandemia, en el capítulo de la inmunización sus compatriotas le hacen poco caso, incluidos bolsonaristas recalcitrantes. El presidente presume de no haberse vacunado, cosa que le vetó la entrada en un estadio de Brasil pero no en la asamblea general de la ONU. Sin embargo, más de la mitad de los adultos de este país de 210 millones de habitantes ha recibido las dos dosis; y un 74%, la primera.
Este lunes la hora y 12 minutos del vídeo bloqueado en el que comparece en mangas de camisa junto a una traductora de la lengua de signos ya no se puede ver en Facebook, ni en Instagram, pero ha seguido visible durante casi toda la jornada en YouTube. Desde el jueves, solo en esa red ha tenido casi 210.000 visualizaciones y 3.500 comentarios.
Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y para Bolsonaro el gran modelo a seguir en política, fue expulsado en junio pasado de Facebook e Instagram por alentar el asalto violento al Capitolio. Es un veto por dos años. Siguiendo su estela, el brasileño también sembró durante meses dudas respecto al recuento de votos en el sistema de urna electrónica vigente.
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Las redes sociales fueron un factor crucial en el inesperado triunfo electoral de Bolsonaro hace tres años y siguen siendo claves para construir la galaxia informativa en la que vive el núcleo duro de los bolsonaristas, los millones de brasileños que pese a los 600.000 muertos de la pandemia, el aumento de la pobreza y las proyecciones de que el país entrará en recesión en 2022.
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