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Fajardo o Gaviria, Fico o Char: las encuestas dejan en el aire los rivales de Petro

Trabajadores alistan este sábado las mesas de votación en Corferias, en Bogotá.
Trabajadores alistan este sábado las mesas de votación en Corferias, en Bogotá.Carlos Ortega (EFE)

Colombia no solo decide este domingo la composición de su Congreso durante los próximos cuatro años. Los que se acerquen a votar también podrán escoger una de tres consultas interpartidistas que hay convocadas para decidir candidaturas finales a la presidencia. Formaciones de izquierda (Pacto Histórico), centro (Esperanza) y derecha (Equipo por Colombia) acordaron hace meses que apoyarían al vencedor o vencedora (casi siempre hombre, en realidad) que saliera de cada una de ellas. Y aunque hay candidatos que se presentan de manera independiente, lo más probable es que el futuro Jefe del Estado colombiano se encuentre entre ellos.

Pacto Histórico: Petro, sin rival

Gustavo Petro es ahora mismo el contendiente más fuerte de todos los que aspiran a ocupar la Casa de Nariño desde el próximo 7 de agosto. En su consulta interpartidista nadie le llega ni siquiera cerca, hasta el punto de que muchas voces cuestionan cuál era la necesidad de convocarla. Más de sesenta puntos le separan de su inmediata seguidora.

La respuesta más realista es que para Petro, esta preelección apenas ha sido una manera de continuar con la campaña de oposición que lanzó el día después de perder la segunda vuelta de 2018 contra Iván Duque. Entonces logró en torno a un 42% de los apoyos, una cifra inusitada para un candidato tan a la izquierda en el espectro ideológico como lo está este exalcalde de Bogotá (y, hace décadas, antiguo guerrillero del M19). Ahora espera superarlo, asumiendo que tiene un puesto casi fijo en la segunda vuelta. No hay ni una sola encuesta que no se lo dé, aunque juega con mucha ventaja en la pregunta sobre la elección presidencial final porque es el único que todos los ciudadanos asumen que estará allí. Su barrera real es ese 42%, más de lo que ahora marcan los sondeos. Y, aunque es cierto que ha repuntado en intención de voto final (la pregunta de “por quién votaría para la presidencia de Colombia si hoy fuera la elección”), también ha descendido en apoyos dentro de su propia consulta (la pregunta de “por quién votará en la consulta interpartidista del Pacto Histórico”). Francia Márquez, activista campesina afro de la costa del Pacífico, ha logrado hacer cierta mella en los aún elevadísimos números de Petro.

Para Márquez esto ya es una victoria. Nadie esperaba de manera realista que fuera a superar a Petro, punto focal de todos los debates nacionales sobre política. Pero sí que empezara a lograr un reconocimiento público que tradicionalmente se le ha negado a perfiles como el suyo en un país que tiende a escoger sus élites políticas entre los hombres de la capital, o en todo caso de Antioquia. Queda por ver si Petro cumplirá con el compromiso interno de nombrar a la segunda persona con más votos como su fórmula vicepresidencial.

Fajardo lidera sin arrasar la lucha por el Centro Esperanza

En el centro la elección se mantiene notablemente más abierta. Sergio Fajardo, que perdió su puesto en la segunda vuelta de 2018 contra el propio Petro por apenas 250.000 votos, mantiene su liderazgo según todas las encuestas. Ahora bien, la brecha con el segundo es notablemente menor que en el caso del Pacto Histórico.

También son menores los tamaños de las muestras, lo cual añade incertidumbre a estos datos. Mientras más de un tercio de los votantes probables de este domingo afirman que se acercarán a los puestos con la intención de ejercer sufragio en la consulta de izquierdas, menos de un 15% espera hacerlo por el centro, según las última encuesta de la casa Invamer. Esta paradoja (más votarán en la que menos se decide) se explica precisamente porque Petro ha mantenido una capacidad de movilización mucho mayor a la de Fajardo en los últimos cuatro años. De ahí que la ciudadanía también entienda la consulta como una manera de mantener la relevancia del líder de la oposición.

Esto deja en una situación delicada a Fajardo y a todo el Centro Esperanza. Los dolores internos de la coalición no han ayudado. La salida de Ingrid Betancourt en enero por considerar que sus compañeros de viaje no eran lo suficientemente ‘puros’ en el ámbito anticorrupción subrayó las luchas intestinas y quizás alejó a votantes útiles que optaron por hacer valer su voto en términos de afirmación (con Petro) antes que de elección.

Una parte de estos votos que han salido los han pagado los candidatos que lideran la consulta, no sólo Fajardo. También el líder del Nuevo Liberalismo Juan Manuel Galán y el exrector de la Universidad de Los Andes Alejandro Gaviria. Ahora bien, las tendencias para estos son contradictorias entre sondeos, señalando probablemente que lo pequeño de las muestras actuales no permite anticipar resultados con precisión. De igual manera, el aumento de última hora de Carlos Amaya es llamativo y va en paralelo con un mayor reconocimiento público fuera de su partido (Alianza Verde) y su región (Boyacá), pero incierto en su alcance.

Fajardo se enfrenta por tanto a un escenario bastante más incierto del que tiene ante sí Petro, y al mismo tiempo menos esperanzador por la falta de entusiasmo en la consulta que quizás le encumbra como candidato, pero que con ello apenas le señalará el inicio de un camino que se anticipa arduo hasta la primera vuelta de mayo.

Equipo por Colombia, entre ‘Fico’ y Char

Dos exalcaldes lideran la consulta de la derecha, o de una parte de esta. La formación fundada por el expresidente Álvaro Uribe, Centro Democrático, decidió no entrar en ella, restándole así poder y certidumbre a quien salga escogido. Sea el exmandatario de Medellín Federico Fico Gutiérrez (al alza en las encuestas) o el de Barranquilla Alejandro Char (a la baja), cuando salga de este proceso deberá sentarse a cuanto menos intentar conversar con Óscar Iván Zuluaga (ahora mismo, candidato presidencial del CD) y probablemente también con el propio Uribe.

Ninguno de los dos tendrá especialmente difícil entenderse con el CD, al menos en lo programático (otras cuestiones, como los egos y las cuotas de poder, van aparte). Tampoco con David Barguil, cuarto en discordia y líder del tradicional Partido Conservador. Entre ambos niveles está Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, que se ha movido desde sus orígenes de centro verde a protagonizar anuncios con metáforas masculinas poco sutiles para defender su empaque en materia de seguridad.

Su campaña no ha llegado a arrancar, a tenor de la evolución de las encuestas, y, salvo sorpresa (plausible, dado el escaso número de sondeos y el relativamente pequeño tamaño de algunas muestras), se quedará fuera de la contienda más cerrada de las que se disputarán este domingo. Es posible que de ella salga el rival final de Petro en la segunda vuelta, si se cumplen los pronósticos actuales que favorecen al candidato de izquierda, y si el centro (con Fajardo o con uno de sus rivales) no logra amplificar la conexión de su propuesta con la ciudadanía colombiana.

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