De acuerdo con la Confederación, “analizaron cuál es la mejor forma en la que deberían comunicar sus quejas al mandatario mexicano, para que no sienta que lo están presionando y termine adoptando un enfoque más rígido”.
Representantes de Estados Unidos, Canadá y de otros países europeos se reunieron para discutir sus preocupaciones en torno a la política energética de México, afirmó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
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Tras señalar que fue una reunión privada y se desconocen los detalles de lo que en ella se habló, la Confederación sostuvo que la preocupación principal se centra en el constante cuestionamiento de contratos por parte del gobierno federal contra las compañías extranjeras, argumentando que fueron ventajosos para dichas empresas y que dañan la economía nacional.
“Los representantes de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y seis países europeos, analizaron cuál es la mejor forma en la que deberían comunicar sus quejas al mandatario mexicano, para que no sienta que lo están presionando y termine adoptando un enfoque más rígido”, dijo.
Añadió que las compañías extranjeras recurren a sus embajadas para que les ayuden a escalar estos temas a un nivel diplomático, debido a que el gobierno actual ha implantado una política hostil contra el capital privado, además de que las organizaciones empresariales no han podido interceder en la actual administración.
Para la Coparmex, la falta de respeto a dichos contratos y la solicitud de un arbitraje internacional -como sucedió en el caso de los gasoductos-, está minando la confianza en la inversión.
“La política energética del actual Gobierno Federal está centrada en fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), considerándolos como eje de la soberanía nacional, pero obstaculizando los permisos actuales y nuevos permisos para las compañías privadas“, apuntó.
Por otra parte, consideró que la política energética impulsada por López Obrador ha contribuido directamente a la desaceleración de la economía, al generar incertidumbre y obstaculizar nueva inversiones millonarias, mismas que aportarían los puntos porcentuales que le faltan a la economía nacional.