Con la ausencia de sobresaltos que le da la amplia mayoría absoluta alcanzada el pasado 12-J, Alberto Núñez Feijóo ha iniciado este martes el trámite ―culminará el jueves― de petición de confianza de los parlamentarios gallegos para ser investido, por cuarta vez consecutiva, presidente de la Xunta de Galicia. En un discurso centrado en la crisis sanitaria y atribuyéndose un papel de buen gestor de la misma, Feijóo ha confrontado con la gestión de Pedro Sánchez en el Gobierno. Asegura que esta misma semana le enviará una propuesta de ley orgánica de salud que también remitirá a todos los grupos en las Cortes, consciente de que debería tramitarse “de forma ágil” porque el tiempo en esta crisis “es determinante”.
El candidato del PP a la investidura de la Xunta ha insistido en que la legislación sanitaria es “una materia pendiente” y ha ratificado que frente a “estaditos de alarma con criterios distintos” en cada comunidad”, enviará esta semana al presidente del Gobierno una propuesta de ley orgánica de salud. También se la remitirá a todos los grupos en las Cortes, consciente de que debería tramitarse “de forma ágil” porque el tiempo en esta crisis “es determinante”.
La crisis sanitaria ha sido el eje de un discurso con el que Feijóo ha dejado claro que la lucha contra la pandemia será su prioridad en la nueva legislatura. “Lo que está por venir es durísimo y las dimensiones de la crisis son desconocidas”, afirmó, para glosar a continuación lo que define como sus logros de gestión basándose en que en Galicia las hospitalizaciones y fallecimientos “están por debajo de la media estatal”. “Reaccionamos adelantándonos en muchas ocasiones al resto de España”, sentenció. Y anunció que impondrá a lo largo de este mes en toda la comunidad un “nuevo sistema de test masivos a partir de muestras de saliva”. Cada persona recogerá su propia muestra en su casa y la registrará a través de una app que la remitirá “para que sea evaluada por robots con capacidad para analizar 100.000 pruebas al mes”, explicó. Junto a ello, anticipó su decisión de “impulsar la reforma” de la ley gallega de salud y “reforzar” el departamento de Salud Pública que cree necesario “dimensionar y ajustar” a la pandemia que vive Galicia.
Con su ya habitual forma de mostrarse al mismo tiempo leal y crítico al Gobierno, Feijóo reprobó duramente la gestión del Ejecutivo de Pedro Sánchez al que ofreció, no obstante, colaboración. Optando por mostrar un perfil de estadista en su discurso, cuestionó la existencia de ministerios que gestionan competencias coincidentes con las autonómicas y acusó de desgobierno al Ejecutivo central. “La administración central no puede ser una mera observadora. Eso es desgobernanza”, denunció, exigiéndole que se ponga “al frente de la respuesta de España” en esta crisis.
En lo que respecta a las críticas que ha recibido de los colectivos profesionales por su gestión de la sanidad pública y de los servicios sociales, se explayó menos. Condicionó la ampliación de la plantilla del Servicio Gallego de Salud (Sergas) y el fin de los contratos encadenados a la “urgente eliminación de la tasa de reposición” y anunció un protocolo entre las residencias de mayores y la red sanitaria pública que permita mejorar el seguimiento de los pacientes.
Tras un mandato marcado por la contestación social que le obligó a reabrir el paritorio de Verín (Ourense), el presidente en funciones se comprometió a “fortalecer” la cartera de servicios en los hospitales comarcales y anunció que, en esta legislatura se va a desarrollar “el mayor Plan de Saúde Mental de la historia” de Galicia.
La portavoz nacional del BNG y líder de la oposición, Ana Pontón, ha censurado que Feijóo no hubiese reconocido “errores” en su gestión y le ha pedido “voluntad de rectificar el rodillo” que, afirma, ha aplicado “en la última década de mayorías absolutas”.
Pontón reclama que las consecuencias sociales y económicas centren el trabajo parlamentario de la nueva legislatura. Aunque puntualiza: “No vamos a salir de esta situación con las políticas de siempre y desde la óptica de una organización política”. La dirigente nacionalista reclamó “acuerdos de país”.
Por su parte, el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha lamentado la “dejadez” y “falta de empuje” del discurso de Feijóo que, sostiene, “no ha plasmado ante los gallegos ningún compromiso”. Caballero insta al presidente electo a “rectificar las políticas que aplicó para salir de la anterior crisis” y a utilizar medidas “de otro enfoque, que prioricen a las personas antes que el ajuste económico.” Tras reclamar una respuesta a Galicia”, ha señalado que algunas de las medidas anunciadas por el candidato a la presidencia son las mismas que las de su anterior discurso de investidura, hace cuatro años.
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