El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha apuntado, si bien de manera implícita, al PP de Mariano Rajoy como responsable de la llamada Operación Kitchen, el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas que supuestamente llevó a cabo la cúpula de la Policía Nacional entre 2013 y 2015 y al que, según la investigación, se destinaron fondos reservados. La defensa del exministro ha presentado en la Audiencia Nacional un recurso contra la decisión “precipitada” del juez instructor del caso, Manuel García-Castellón, de dar por concluida la investigación, en la que Fernández Díaz es el principal imputado junto con el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez.
Fernández Díaz, uno de los pocos amigos personales del expresidente popular, rompe amarras con él y se niega a ser el único responsable del operativo parapolicial. En el escrito, el exministro, que ha acompañado a Rajoy por los cinco ministerios que ocupó antes de ser presidente entre 2011 y 2018, solicita que se archive la causa contra él al considerar que “no existe elemento o indicio”, al margen de las declaraciones de su subordinado Martínez, que permita concluir que estuviera al corriente o participara del espionaje a Bárcenas para arrebatarle documentos comprometedores para el PP; ni tampoco de la gestión o reparto de los fondos reservados.
En el recurso de reforma y apelación presentado este 2 de septiembre, de 30 folios, al que ha accedido EL PAÍS y que adelantó la Cadena SER, la defensa del exministro Fernández lanza varios mensajes por elevación: para el exministro lo “realmente preocupante” es la decisión del juez García-Castellón de “concluir la instrucción limitando el objeto de investigación al entorno del Ministerio del Interior” y “considerando que la operación Kitchen se ideó y ejecutó en el marco institucional de dicho Ministerio”. Y para sacudirse la responsabilidad penal, en su ejercicio de defensa, Fernández Díaz, apunta, de manera indirecta, a los posibles beneficiados por el espionaje parapolicial a Bárcenas. “Es claro que el origen de la operación Kitchen ni estuvo relacionado ni afectaba al Ministerio del Interior. Y es obvio que el señor Bárcenas era el tesorero del Partido Popular, no del Ministerio del Interior”, señala el abogado del expolítico, Jesús Mandri.
El abogado de Fernández, Jesús Mandri, niega en declaraciones a EL PAÍS que Fernández esté “apuntando o señalando” a nadie en concreto como responsable de organizar esa operación, para rebatir la tesis de que su defendido aluda así a Rajoy, pero reconoce que un asunto de esa complejidad “no puede encapsularse en el Ministerio del Interior”. El letrado acusa al instructor de hacer un planteamiento “simplista” al “encapsular” los hechos en el entorno del Ministerio del Interior y “rechazar la vía de investigación hacia el origen del problema”, esto es hacia el PP de Rajoy, al que nunca cita o señala expresamente, dejando a la Audiencia Nacional que una los puntos.
Fernández Díaz insiste en acusar a su exnúmero dos Francisco Martínez de inventarse los supuestos SMS que dan a entender que el exministro conocía la trama de seguimientos a Bárcenas. “Tales mensajes no existen y fueron manipulados, prefabricados y creados ad hoc para incriminar al señor Fernández Díaz y quizá exculpar a otras personas”, dice el letrado, sin citar a qué personas se refiere. La imputación del exministro se basa principalmente en dos actas notariales aportadas por Martínez, en las que figuran esos mensajes atribuidos a Fernández Díaz y que él rechaza como falsos. La defensa de Fernández considera que esos mensajes que figuran en el móvil de Francisco Martínez están en realidad “preconstituidos”, según sus informes periciales.
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