Este fin de semana ha ingresado en el Hospital Río Hortega de Valladolid una mujer de 68 años por un caso «sospechoso» de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo a causa de la picadura de garrapata. Tal y como han informado fuentes sanitarias a ‘Europa Press’, la paciente se encuentra aislada y se han enviado muestras al Instituto San Carlos de Madrid.
Se trata del segundo caso en este año ya que el 26 de abril la Dirección General de Salud Pública y su Servicio de Epidemiología de la Junta de Castilla y León confirmó un caso en la provincia de Salamanca. El paciente era un ganadero de 59 años al que le habían picado varias garrapatas recientemente.
Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo: causas y síntomas
Se trata de una enfermedad transmitida mediante la picadura de una garrapata. Los primeros casos en humanos se reportaron en los años 40 de la mano de investigadores rusos. En la gran mayoría de los casos el virus de la FHCC se transmite a las personas a través de la picadura de una garrapata, aunque también existen otras vías de transmisión: contacto directo con los tejidos o la sangre de animales infectados, o transmisión entre seres humanos por contacto estrecho con sangre o secreciones corporales.
La duración del periodo de incubación en gran medida de la forma de contagio del virus. En el caso de la picadura de garrapata, tal y como les ha sucedido a los pacientes de Salamanca y Valladolid, la fase de incubación dura entre uno y tres días.
Con la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo los síntomas aparecen súbitamente. Aunque pueden variar de un paciente a otro, los más frecuentes son: fiebre, dolor muscular, mareo, rigidez de cuello, irritación de los ojos, dolor abdominal, vómitos y náuseas. Si la enfermedad avanza sin tratamiento, con el paso de los días pueden aparecer signos de carácter grave: confusión, desmayos, cambios de humor, somnolencia y agitación.
La tasa de mortalidad es de aproximadamente un 30%, aunque con una detección temprana y la administración del tratamiento adecuado los pacientes se recuperan sin secuelas.
Cómo reducir el riesgo de sufrir una picadura de garrapata
Por último, queremos indicar una serie de consejos básicos para evitar la picadura de garrapata.
- A la hora de salir al campo es mejor utilizar manga larga y pantalones largos. Lo ideal es que la ropa sea de colores claros para poder detectar de forma sencilla si hay alguna garrapata adherida a ella.
- También se pueden aplicar repelentes autorizados en las prendas y en la piel.
- Una vez en casa, hay que comprobar que ninguna garrapata se haya adherido a la piel, en zonas como las ingles, las axilas, el pelo, detrás de las orejas o detrás de las rodillas.
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