El FC Barcelona dio una exhibición de goles a un Camp Nou entregado a la ilusión que desprende el nuevo equipo de Xavi Hernández, en un Joan Gamper que pasó por encima (6-0) del Pumas mexicano, con homenaje a Dani Alves y una conexión especial entre Robert Lewandowski y Pedri en el festival inicial.
Después de que el año pasado se disputara en el Estadio Johan Cruyff, aún por las restricciones de la pandemia de coronavirus, y en 2020 se hiciera directamente sin público aunque en el Camp Nou, el tradicional Gamper vivió una presentación con nota de un Barça que tiene mimbres como para recuperar el terreno perdido.
Las famosas palancas, dinero para fichar, han dado a Xavi los refuerzos que pedía después del bajón de los últimos cursos. Como último plato de una pretemporada notable, el reencuentro con la afición trajo a un Barça con el colmillo afilado, que a los 20 minutos había hecho un 4-0 y casi sin despeinarse.
El Pumas no fue rival para el Barça, por mucho que estuviese rodado o llegase con ganas de hacer historia como logró en 2004 ganando al Real Madrid el Trofeo Santiago Bernabéu. El equipo mexicano se desmoronó en defensa ante un Barça motivado, con mucha efectividad y que se gustó arriba con Lewandowski y Pedri.
El polaco, el fichaje quizá que más ilusiona, y el canario, el cerebro del equipo, parecen entenderse y entre ambos llegó el 1-0, del ex del Bayern a los tres minutos, y el segundo, pase magistral del ‘9’ para la gran definición de Pedri. Dembélé hizo el 3-0, asistido por un Rapinha que ha llegado también pisando fuerte.
Con el Pumas tocado y casi hundido, salvo por el desparpajo de Alves tratando de tirar de los suyos, un taconazo de Lewandowski asistió a Pedri para el 4-0. Del Prete tuvo la única visitante, un disparo que probó a Ter Stegen, mientras que en el segundo tiempo Iñaki Peña tuvo otra intervención de mérito, pero el Barça fue dueño del partido también en la reanudación y con refresco.
Llegó el turno para Ansu Fati, a quien le está faltando chispa, De Jong o Kessie, otro de los fichajes que de hecho también agrada bastante a la afición culé. Aubameyang hizo el 5-0 en el primer balón que tocaba pero perdonó mucho y De Jong cerró la cuenta. Kounde también se llevó su ovación de gala al encontrarse con el Camp Nou, mientras que Christensen no pudo jugar por unas molestias.
Con una placa entregada por Joan Laporta y una camiseta con el 431, los partidos que jugó de azulgrana, de manos de Sergio Busquets, Dani Alves fue homenajeado antes del encuentro. El brasileño, que también fue manteado al final con otra ronda de abrazos, culminó la pasada campaña su segunda etapa como culé, después de ganar 23 títulos en la primera de ocho temporadas.
“Nos dejaremos la piel para ganar títulos, pero necesitamos vuestro apoyo. Todos unidos”, dijo Xavi, quien se estrenaba también en un Gamper como entrenador culé, en los parlamentos previos. El Barça tiene motivos para creer en volver a ser fuerte y competir por los títulos, aunque lo serio empieza el día 13 contra el Rayo.
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