Las Kardashian están de nuevo en el punto de mira pero esta vez no es por una extravagancia o un nuevo reality show. La cuestión va más allá y las enfrenta a problemas económicos, de reputación y, sobre todo, legales. La prestigiosa revista Forbes, que elabora diversas recopilaciones de personajes más ricos del mundo, ha expulsado de una de esas listas a Kylie Jenner, la menor de las Kardashian. Jenner, dueña de un imperio cosmético que lleva su nombre, fue considerada hace poco más de un año como la mujer joven más rica del mundo al lograr 1.000 millones de dólares con apenas 21 años.
Sin embargo, ahora Forbes recula y desmonta esa teoría, acusando a Jenner de inflar sus cifras. La revista ha rebajado la fortuna de la estrella californiana de más de 1.000 a 900 millones de dólares, y ha publicado un duro artículo titulado “Dentro de la red de mentiras de Kylie Jenner: por qué ya no es milmillonaria”. Forbes explica que, cuando a finales de 2019 Jenner vendió el 51% de su firma a la multinacional Coty por 600 millones de dólares, parecía reafirmar su estatus de multimillonaria. Pero no era así.
“Los documentos publicados por Coty —empresa que cotiza en bolsa— los últimos seis meses ponen al descubierto uno de los secretos mejor guardados de la familia: el negocio de Jenner es significativamente más pequeño, y menos rentable, que esa familia que se ha pasado años liderando la industria cosmética y los medios de comunicación, incluido Forbes”, resume la revista, agachando la cabeza y reconociendo también parte de su culpa.
La empresaria ha salido en su propia defensa en sus redes sociales. “Pensé que este era un medio respetable. Todo lo que veo son afirmaciones poco precisas y asunciones no probadas. Yo nunca he reclamado un título ni he intentado mentir acerca de cómo he llegado hasta aquí, nunca, y punto”, escribía Jenner en Twitter, asegurando que las afirmaciones de la revista contra ella eran muy débiles y tratando de quitarle importancia. “Pero bueno, me siento bendecida, tengo una hija maravillosa y un negocio exitoso y lo estoy haciendo perfectamente bien. Puedo nombrar una lista de 100 cosas más importantes ahora mismo que obsesionarme con cuánto dinero tengo”, explicaba.
Sin embargo, la cuestión puede ir más allá de un rifirrafe entre Kylie Jenner —la hija menor de Kris Jenner, madre y manager a su vez de las célebres Kim, Khloé y Kourtney Kardashian y de la modelo Kendall Jenner— y la publicación. Para empezar, porque puede hacer perder dinero a su empresa de forma real. El viernes, Coty (también propietaria de marcas como la capilar Wella, las lacas de uñas OPI o las herramientas para el cabello ghd) perdió el 13% de su cotización en bolsa. Además, según han declarado expertos jurídicos al diario Daily Mail, esto podría hacer que Jenner tuviera que enfrentarse a una investigación por el Departamento de Justicia de EE UU.
Según la publicación, aunque no pueden demostrar que los documentos que les presentó la familia fueron falsos, sí que están convencidos de que el séquito de Jenner les engañó en las cifras. “Por supuesto, se esperan mentiras piadosas, omisiones e incluso fabricaciones directas de la familia que perfeccionó (y luego monetizó) el concepto de ’famoso por ser famoso”, aclara la publicación. “Pero, igual que la obsesión de Donald Trump durante décadas con su patrimonio, los extremos inusuales a los que los Jenner han estado dispuestos a llegar —incluida la invitación a Forbes para entrar en sus mansiones y oficinas, e incluso el hecho de presentar declaraciones de impuestos que probablemente fueron falsificadas— revela lo desesperados que están algunos de los superricos para parecer aún más ricos”. Además, presentan a analistas que afirman que el valor de la familia y sus ganancias están infladas.
Para la publicación, aunque Jenner se embolsó más de 340 millones de dólares (después de impuestos) por la venta de su negocio a Coty, la joven dista mucho de alcanzar el estatus de milmillonaria. Tampoco ayuda que el negocio generara 125 millones, lejos de los 360 que la empresaria había afirmado; o que su nueva línea de cuidado facial estuviera lejos de vender 100 millones en el primer mes y medio: ganó 25 millones en todo su primer año. “Si Kylie Cosmetics logró 125 millones de dólares en ventas en 2018, ¿cómo puede haber hecho 307 en 2016, como sugiere la declaración de impuestos de la empresa, o 330 en 2017?”, se pregunta la revista. Como dice una de las analistas: “No olvidemos que los Kardashian-Jenner están en el negocio del entretenimiento, y en el negocio del entretenimiento todo debe estar inflado para llamar la atención”.