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Formación digital para acceder (antes) al mercado laboral

La digitalización ha cambiado el paradigma del mercado laboral. Las empresas han reinterpretado sus planes de negocio otorgando más protagonismo a la tecnología en los procesos productivos. Esta transformación, acelerada por la pandemia, ha provocado un aumento en la demanda de profesionales digitales.

Según un informe de la red social LinkedIn, hasta 2025 se crearán en España más de dos millones de empleos relacionados con la tecnología. Los expertos más buscados serán los desarrolladores de software —una de cada dos ofertas de trabajo tendrán que ver con este campo—, los perfiles cloud, los analistas de datos y los especialistas en Inteligencia Artificial y Machine Learning.

A pesar de estas magníficas expectativas, el actual sistema educativo no es capaz de cubrir la demanda de profesionales digitales. Para no perder la oportunidad la mejor opción es apostar por otras metodologías de enseñanza. 42, de Fundación Telefónica, ofrece una propuesta educativa personalizada, ágil y actualizada para que las personas puedan adquirir las habilidades que reclaman las empresas en el nuevo entorno laboral. Y todo sin importar sus antecedentes, lugar de residencia o recursos.

En los espacios docentes no hay clases ni libros. Todo es gratuito y presencial, y permanece abierto las 24 horas de los 365 días del año.

Qué es 42

42 es un campus de programación sin clases ni libros, gratuito y presencial, abierto las 24 horas de los 365 días del año. París fue la primera ciudad en poner en marcha este modelo educativo hace ya ocho años. El éxito obtenido precipitó la creación de una red global de 42 campus alrededor de todo el mundo, la 42 Network. Actualmente son 36 entre los abiertos y los anunciados en un futuro próximo.

Fundación Telefónica impulsó el modelo 42 en España. Cuenta con dos campus operativos, uno en Madrid y otro en Urduliz (Vizcaya), a los que en breve se sumarán tres más en Barcelona, Málaga y Alicante. 42 tiene el firme propósito de convertirse en un referente en innovación en los diferentes territorios del país, captando el talento tecnológico y apostando por la formación digital para la sociedad. “Creemos que todo el mundo merece una oportunidad para conseguir sus objetivos”, afirma Luis Miguel Olivas Torrijos, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica.

Actitud frente a aptitud

Para formar parte de 42 no es preciso contar con ninguna titulación o formación previa, ni tan siquiera poseer conocimientos en programación. “Solo es necesario tener 18 años y ser capaz de adaptarse y superar las dificultades, ser una persona proactiva, curiosa, creativa, exhaustiva, con disposición para colaborar y trabajar en equipo”, asegura Olivas.

Acceder al campus como estudiante —más de 31.000 personas han postulado para formar parte de 42 en los dos años que lleva en España— requiere superar dos fases: un test de habilidades en línea y un periodo de selección presencial en el campus, llamado “la piscina”. Durante 26 días consecutivos el aspirante debe trabajar sumergiéndose en el mundo del código, enseñando a los que no saben y dejándose enseñar. El objetivo no es otro que tirarse a la piscina, atreverse a intentar programar aunque se desconozca cómo debe hacerse. Concluir exitosamente la selección depende de la actitud y las ganas de aprender del candidato. “Las personas que han entrado en 42, todos de distinta índole, han arriesgado apostando por lo que les apasiona. Tenemos estudiantes con edades entre los 18 y los 61 años. La media es de 29”, explica el experto.

Se han reservado un 30% de las plazas disponibles en las ‘piscinas’ y la organización de actividades para dar voz a los referentes femeninos del sector.

Aprender a aprender

Utilizando una metodología que se apoya en la gamificación y en el pear-to-pear learning, que fomenta el trabajo colaborativo entre pares, los estudiantes adquieren, al ritmo que ellos marcan, distintas habilidades. El aprendizaje está basado en proyectos que abarcan las diferentes ramas de la programación bajo un modelo competencial.

Tras superar una parte obligatoria común, cada alumno escoge la rama de especialización más acorde a sus intereses. El plan de estudios es muy amplio e incluye programación orientada a objetos, móvil y funcional, ciberseguridad, Inteligencia Artificial, ingeniería inversa, código malicioso, Big Data y programación de kernels, redes y en 3D, entre otras especialidades. “Los estudiantes son los dueños de su toma de decisiones”. De media, el proceso de aprendizaje dura unos tres años.

42 es más que un campus de programación. Se trata de una filosofía que va más allá de formar en habilidades técnicas

Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica

Pero 42 es más que un campus de programación. “Se trata de una filosofía que va más allá de formar en habilidades técnicas”, explica Luis Miguel Olivas. “También busca preparar al estudiante en las aptitudes y competencias transversales más valoradas por las empresas como el esfuerzo, la tolerancia a la frustración, la capacidad de superación, la resolución de problemas, la flexibilidad cognitiva o el trabajo en equipo”.

Firme apuesta por el empleo

El proyecto de 42 forma parte de la estrategia social de Fundación Telefónica, que pretende contribuir a la mejora de las competencias de empleabilidad de las personas dentro de la sociedad digital. Para saber cuáles son los perfiles profesionales más demandados, la Fundación monitoriza la demanda de las empresas en tiempo real, plasmando los resultados en una herramienta digital, el Mapa de Empleo.

Además, gracias a la red de conocimiento creada por los distintos campus de 42 en todo el mundo, cualquier cambio que se produzca en el entorno es rápidamente detectado. “Es una metodología muy viva y muy ágil, lo que nos permite estar en la vanguardia continua de la demanda del sector tecnológico”.

Con 42 y herramientas como el Mapa de Empleo ajustar la formación a lo que demandan las empresas es más sencillo. “Son más de 300 las compañías las que se han acercado a 42 con gran interés a ofrecer prácticas y/o contratar a estos perfiles. Hay dos momentos en la metodología en lo que los estudiantes tienen que vivir una experiencia laboral en la empresas, y la gran mayoría se queda trabajando, compaginándolo con la continuidad de su aprendizaje en 42”, cuenta Olivas.


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