Francia promete sanciones para los militares que alertaron del “desmoronamiento” del país

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del Estado Mayor, el general François Lecointre, en el desfile del 14 de julio de 2020.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del Estado Mayor, el general François Lecointre, en el desfile del 14 de julio de 2020.POOL / Reuters

Habrá sanciones y serán “ejemplares”, prometió este jueves el Ejército francés sobre los militares que publicaron la semana pasada una tribuna en una revista de ultraderecha advirtiendo del “desmoronamiento” de Francia y de la posibilidad de una “intervención” de las fuerzas armadas si los responsables políticos no hacen nada por evitarlo. La indignación política tanto por el artículo como por su manipulación electoralista por parte de la líder de extrema derecha Marine Le Pen, que invitó a los firmantes a unirse a sus filas, ha ido creciendo en los últimos días, hasta recibir una condena “firme” del primer ministro, Jean Castex, tras un silencio inicial del Gobierno muy criticado por la izquierda.

Pese a ello, la tribuna sumaba este jueves más de 15.000 firmas frente al millar original, según el autor de la “carta abierta” al Gobierno francés, el antiguo oficial de gendarmería y luego chaleco amarillo Jean-Pierre Fabre-Bernadac, que sin embargo no revela la identidad de los nuevos signatarios.

Una encuesta del instituto Harris Interactive para la cadena LCI revela que el 58% de los sondeados (1.613 personas) apoya a los signatarios. Es más, un alto porcentaje dice compartir opiniones de la tribuna, como que las leyes del país no se aplican en todo el territorio (86%). Y casi la mitad, el 49%, se declara favorable en este contexto a la intervención del Ejército, “para garantizar el orden y la seguridad en Francia”, aunque lo hagan sin una orden.

“Eso se llama golpe de Estado”, dice el director del Observatorio de las radicalidades políticas en la Fundación Jean Jaurès, Jean-Yves Camus, quien sin embargo se dice “muy dubitativo” de los resultados de una encuesta realizada en pleno debate sobre una tribuna de la que muchos han oído hablar (64%) pero que pocos reconocen saber exactamente de qué se trata (38%). Y en un ambiente caldeado, sobre todo tras el atentado del viernes en una comisaría de Rambouillet. “No estoy seguro de que, si se hiciera esta encuesta dentro de dos o tres semanas, obtendríamos el mismo porcentaje”, señala por teléfono. “Me gustaría saber si reaccionarían de la misma manera si un día se levantaran y vieran tanques en la calle”.

Más información

Más allá de las encuestas, el Gobierno ha exigido responsabilidades ante una “iniciativa contraria a todos nuestros principios republicanos, al honor, al deber del Ejército”, como dijo Castex el miércoles.

Según adelantó en Le Parisien el jefe del Estado Mayor de los Ejércitos, el general François Lecointre, los generales que firmaron la tribuna y que están en lo que en Francia se denomina “segunda sección”, cercanos a la jubilación, pero que aún podrían ser llamados para una misión, serán obligados a retirarse.

“Deseo que se ordene su retiro forzoso”, aseguró Lecointre. “Es un procedimiento excepcional —explicó— que vamos a lanzar de inmediato a petición de la ministra de Defensa”, Florence Parly. Todos tendrán que comparecer ante un consejo superior militar. Al final del proceso, indicó, “es el presidente de la República el que firma el decreto de retiro”. Según el portavoz de Defensa, Hervé Grandjean, los generales también podrían perder “el derecho a usar el uniforme, su carné militar y, también, el derecho a firmar documentos añadiendo su gradación”. Lo que se busca, subrayó, es que sean sanciones “ejemplares”.

Lecointre indicó que hasta el momento, además de los generales en reserva, entre los firmantes originales se han identificado a 18 militares en activo, entre ellos cuatro oficiales, que también tendrán que afrontar un proceso disciplinario aún por determinar. “Mi intención es que (las sanciones) sean más fuertes para los militares de mayor rango (…) cuanto más altas las responsabilidades, mayor es la obligación de ser ejemplar”, señaló.

El 21 de abril, una “veintena de generales, un centenar de altos mandos y más de un millar de otros militares”, según Valeurs Actuelles, denunciaron lo que consideran un “desmoronamiento” de Francia. El motivo: “un cierto antirracismo que busca un solo objetivo: crear un malestar, un odio entre las comunidades” y un “islamismo y unas hordas de los barrios periféricos” que intentan transformar partes de Francia “en territorios sumisos a dogmas contrarios a nuestra constitución”.

“Aquellos que dirigen nuestro país deben encontrar, de manera imperativa, el valor necesario para erradicar esos peligros”, reclamaban los militares, que instaban al presidente francés, Emmanuel Macron, a “no perder más el tiempo” y advertían de que si no se actúa ante el “laxismo”, se podría producir:“la intervención de nuestros camaradas en activo”.

La tendencia hacia la derecha o ultraderecha en las fuerzas armadas francesas —y las policiales— no es ningún secreto. En 2017, el 41% de los militares y el 54% de los policías encuestados por el instituto Cevipof dijeron haber votado por Le Pen en la primera vuelta de las presidenciales, frente al 16% de la totalidad de la población.

En marzo, el diario Mediapart identificó al menos medio centenar de militares en activo con filiación neonazi que, según Lecointre, finalmente eran una treintena que ya han sido sancionados.

Pese a todo, los responsables militares aseguran que problemas como la tribuna son puntuales —la firman 18 militares en activo de un total de 210.000— y que la mayoría, independientemente de su ideología, respetan la neutralidad que les impone el uniforme. “La única bandera que portamos es la tricolor francesa”, subrayó Lecointre, que también rechaza tajantemente cualquier tentación golpista entre las fuerzas armadas francesas. “El fantasma de un putsch me parece fuera de lugar. No hay la menor tentación de ese tipo”, aseveró. Tampoco Camus se muestra inquieto. “Honestamente, no creo en la hipótesis de ver tanques por las calles de París”.


Source link