El Parlamento de Perú ha desbloqueado este lunes la grave crisis política que se abrió hace una semana con la destitución del presidente Martín Vizcarra con la elección del veterano congresista Francisco Sagasti, de 76 años, como gobernante interino. Tras la renuncia de Manuel Merino, que ocupó el cargo de jefe del Gobierno provisional durante cinco días, el Congreso ha logrado desatascar la votación de un sustituto, cuya principal misión será conducir el país hacia las elecciones de abril. Los peruanos llevan una semana esperando en vilo una salida al impasse institucional en medio de movilizaciones multitudinarias.
El congresista Francisco Sagasti, del Partido Morado, ha ganado este lunes la elección de la Mesa Directiva del Parlamento y, por sucesión constitucional, asumirá la Presidencia de la República de forma automática. Sagasti ha sido elegido con una amplia mayoría del Parlamento. El presidente ha obtenido 97 votos a favor y 26 en contra sin abstenciones.
Desde el mediodía del domingo, el poder ejecutivo y el legislativo de Perú no tenían a nadie a la cabeza. El Parlamento no logró el domingo por la noche un consenso para elegir a su nuevo presidente, que iba a asumir como mandatario interino en reemplazo de Merino, quien se vio forzado a dimitir después de seis días de multitudinarias protestas en su contra. Una primera lista que hubiera llevado a la presidencia a una congresista de izquierda, la escritora Rocío Silva Santisteban, no alcanzó los votos necesarios, pese a que los portavoces de los partidos que integraban la lista se los ofrecieron en un primer momento.
Mientras los parlamentarios votaban, miles de jóvenes manifestantes esperaban el desenlace a las puertas del Congreso: unos enfundados en la bandera peruana, otros con carteles en memoria de Inti Sotelo y Bryan Pintado, fallecidos la noche del sábado víctimas de la represión policial durante las protestas que pedían la dimisión de Merino.
Este lunes se planteó en un primer momento la pugna de dos listas que, en esencia, encarnaban las posiciones de quienes impulsaron la destitución de Vizcarra y los grupos que rechazaron la moción de censura. Estos últimos, encabezados por el veterano congresista Francisco Sagasti, se perfilaban como favoritos, según los cálculos de las negociaciones previas. Y finalmente la lista de sus rivales, cuya victoria habría amenazado con multiplicar la oleada de protestas, se cayó por un fallo formal.
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