Un 14 de enero del año 1875 nace el músico, religioso, médico y teólogo Albert Schweitzer. De nacionalidad alemana, el premio Nobel de la paz en 1952 escribió varios libros y de él tenemos diversas reflexiones. Por esto nos deleitamos con las frases de Albert Schweitzer en el día de su nacimiento.
También ha vivido diversos episodios, pues en 1914, fue arrestado por su nacionalidad alemana, y más tarde fue deportado a Francia y detenido como prisionero de guerra. Siguió su profesión como médico.
Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas.
Mientras el círculo de su compasión no abarque a todos los seres vivos, el hombre no hallará la paz por sí mismo.
Siempre he celebrado con firmeza la idea de que cada uno de nosotros puede hacer algo para disminuir la miseria.
El hombre debe poner fin a atribuir sus problemas al entorno, y aprender de nuevo a ejercer su voluntad, su responsabilidad personal en el ámbito de la fe y la moral.
Los ideales se parecen a las estrellas en el sentido de que nunca los alcanzamos, pero como los navegantes, con ellos dirigimos el rumbo de nuestras vidas. frases de Albert Schweitzer
Soy solamente un médico vulgar y silvestre. Todo lo que quise fue fundar un pequeño hospital. Pero los pacientes comenzaron a llegar interminablemente y hubo quienes donaron tierras y otros que quisieron ayudar, de modo que creamos una gran familia.
Ninguna religión o filosofía que no se base en el respeto por la vida no es una religión o una filosofía verdadera.
No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo sé que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo.
La única cosa importante en la vida son las huellas de amor que dejamos atrás cuando tenemos que dejar las cosas sin preguntar y decir adiós.
Vivimos en una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo.
El verdadero valor de un hombre no se encuentra en el hombre mismo, sino en los colores y texturas que cobran vida en otros.
Todo lo profundo es también sencillo y se puede reproducir simplemente, siempre y cuando su referencia a toda la verdad se mantenga. Lo que importa no es que sea ingenioso sino que sea cierto.
Los ideales se parecen a las estrellas en el sentido de que nunca los alcanzamos, pero como los navegantes, con ellos dirigimos el rumbo de nuestras vidas.
No sé cuál será su destino, pero hay algo que sí sé: los únicos entre ustedes que serán realmente felices son los que han buscado y encontrado el modo de servir.
El mayor descubrimiento de cualquier generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas modificando sus actitudes mentales.
Mientras el círculo de su compasión no abarque a todos los seres vivos, el hombre no hallará la paz por sí mismo. frases de Albert Schweitzer
A la pregunta de si soy optimista o pesimista, yo respondo que mi conocimiento es pesimista, pero mi voluntad y mi esperanza son optimistas.
La tragedia de la vida es lo que dejamos morir dentro nuestro mientras vivimos.
No sé cuál será su destino, pero hay algo que sí sé: los únicos entre ustedes que serán realmente felices son los que han buscado y encontrado el modo de servir.
Ninguna religión o filosofía que no se base en el respeto por la vida no es una religión o una filosofía verdadera. frases de Albert Schweitzer
Cualquiera que ha sido acostumbrado a cuidar de la vida de cualquier criatura viviente tiene una chance insignificante de arribar a la idea de que la vida humana es despreciable.
La bondad puede hacer mucho. Como el sol que derrite el hielo, la bondad evapora los malos entendidos, la desconfianza y la hostilidad.
Siempre he celebrado con firmeza la idea de que cada uno de nosotros puede hacer algo para disminuir la miseria.
Con veinte años todos tienen el rostro que Dios les ha dado; con cuarenta el rostro que les ha dado la vida y con sesenta el que se merecen.
Vivimos en una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo.
Debemos luchar contra el espíritu inconsciente de crueldad con que tratamos a los animales. Los animales sufren tanto como nosotros. La verdadera humanidad no nos permite imponer tal sufrimiento en ellos. Es nuestro deber hacer que el mundo entero lo reconozca. Hasta que extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, la humanidad no hallará la paz.
No sé cuál será su destino, pero hay algo que sí sé: los únicos entre ustedes que serán realmente felices son los que han buscado y encontrado el modo de servir.
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