Un 28 de julio de 1750 muere el compositor Johann Sebastian Bach que contribuyó fuerte en el mundo de la música. Así le hacemos un homenaje con las frases sorprendentes de Johann Sebastian Bach en el día de su muerte.
Entre sus diversos trabajos destacan la «Misa en si menor» y los «Conciertos de Brandenburgo». Como curiosidad es de resaltar que fue el miembro más importante de una de las familias de músicos más destacadas de la historia.
Las citas de Johann Sebastian Bach que debes saber
Es fácil tocar cualquier instrumento musical: todo lo que tienes que hacer es tocar la tecla correcta en el momento adecuado y la música se reproducirá sola.
El único propósito y razón final de toda la música debería ser la gloria de Dios y el alivio del espíritu.
Es el amado Dios de la música, a quien todos los compositores deberían elevar una oración antes de ponerse a trabajar, para que los salve de la mediocridad.
Vive como lo harías para no avergonzarte en el caso de que se divulgara lo que haces, aún en el caso de que fuera mentira lo que se divulga.
Es un artista extraordinario en el órgano y clavicémbalo, y no he dado con ningún músico que haya podido rivalizar con él.
Es imposible describir la inmensa riqueza de su música, su naturaleza sublime, y su valor universal, comparándola con cualquier otra cosa en el mundo.
El objetivo y la razón final de toda la música no debe ser más que la gloria de Dios y el alivio del alma. Donde no se observe esto, no habrá música, sino sólo un bullicio diabólico.
Siempre he tenido un extremo a la vista, a saber… dirigir una música de iglesia bien regulada para el honor de Dios.
Ya jamás podrán caer de nuevo en el olvido ni el nombre ni la obra de Juan Sebastián Bach, donde quiera que viva el espíritu de la música.
Me vi obligado a ser trabajador. Quien sea igualmente trabajador, serás igualmente exitoso. Son frases sorprendentes de Johann Sebastian Bach en el día de su muerte.
Viejo concepto: el amor es ciego. El matrimonio es una revelación. Nuevo concepto: el amor no es ciego, simplemente permite ver cosas que otros no ven.
El objetivo y la razón final de toda la música no debe ser más que la gloria de Dios y el alivio del alma. Donde no se observe esto, no habrá música, sino sólo un bullicio diabólico.
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