Freidora de aire u horno tradicional ¿qué consume más?

En los últimos años parece que la freidora de aire o freidora sin aceite está muy de moda frente al hecho de cocinar en una sartén o también en el horno tradicional. Sin embargo este electrodoméstico no sustituye a nada sino que en realidad, nos permite ahorrar en el uso de aceite cuando queremos hacernos por ejemplo patatas fritas, pero ¿puede que en cambio sea un gasto más elevado en lo que respecta a la electricidad que consume si lo comparamos con otros electrodomésticos? En concreto, ¿Qué consume más? ¿la freidora de aire o el horno tradicional?.

Freidora de aire u horno tradicional ¿qué consume más?

¿Cuánto consume la freidora de horno? ¿Es conveniente en comparación con el horno tradicional? Los resultados pueden temblar en la piel y ser un poco aterradores. Sobre todo en un periodo histórico como el que estamos viviendo, influenciado por el alto coste de la vida y el aumento desmesurado de las facturas de la luz y el gas , controlar el consumo de los electrodomésticos siempre viene bien.

Habiendo establecido que la freidora de aire, con rotundo éxito en los últimos años, es completamente saludable, mucho más que las freidoras tradicionales, ¿cuánta electricidad consume? Pues has de saber que en realidad, parece ser un gran desperdicio de energía  y eso que en los últimos años, las empresas fabricantes han hecho todo lo posible para sacar al mercado electrodomésticos cada vez más ecológicos, capaces de ahorrar energía y ser muy eficientes.

Freidora de aire, ¿aparato de alto consumo energético?

Hay pros y contras en el uso de esta extraordinaria máquina, como con cualquier objeto en el mundo. Sin embargo, se ha constatado su gran seguridad, tanto en términos de eficacia como estrictamente saludables. No en vano, una cocina más saludable es lo que todos esperan, sin renunciar al sabor adecuado. La freidora de aire gusta a todos, por ello es cada vez más habitual en los hogares.

Si las ventajas de su uso son múltiples, también podemos encontrar desventajas, y los números hablan claro. La parte negativa viene dada por su alto consumo energético , tanto que el electrodoméstico es considerado “intensivo en energía”, es decir, absorbe mucha energía en la casa, repercutiendo inevitablemente en el aumento de la factura.

La freidora de aire consume tanta energía como la que podría consumir un horno eléctrico normal, un lavavajillas o una tetera. Sin embargo, son los tiempos de uso los que varían. En comparativa, si esta máquina requiere menos tiempo de uso, lo cual es bueno. Si un horno tradicional nos cuesta unos 42 céntimos la hora, la freidora nos cuesta 70 céntimos la hora .

Si sumas esta diferencia de casi 30 céntimos, cada vez que se enciende el electrodoméstico, al final del mes hay una gran suma a pagar. Sin embargo, como ya se mencionó, hay que tener en cuenta una cosa: los tiempos de uso. La freidora reduce a la mitad los tiempos de cocción respecto al horno clásico, por lo que el precio sigue siendo más o menos el mismo que el del horno antiguo, pero con una virtud más: es más saludable. Por esta razón, la freidora de aire es definitivamente más barata.


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