La perra rescatista Frida, que brincó a la fama por su labor de búsqueda y rescate en el terremoto del 19 de septiembre de 2017 en México, se retiró de sus labores este lunes en una ceremonia. La labrador color miel, cuya imagen con gafas protectoras y botines todoterreno en sus patas dio la vuelta al mundo, se retiró tras 10 años de labores en búsqueda y rescate, en los que encontró con vida a 12 personas en distintos eventos, informa France Presse.
El esfuerzo de Frida y su entrenador, Israel Arauz, fue reconocido el pasado año con una estatua de bronce en el Parque Ecológico situado en el Estado de Puebla.
“Después de 10 años de servicio activo en la Armada nuestra querida labrador Frida comienza una nueva etapa en el retiro”, dijo en la ceremonia el subsecretario de la Marina mexicana, Eduardo Redondo. Frida es una hembra que será recordada en el equipo de la Unidad Canina de la Marina Armada de México como una perra “muy cariñosa y extremadamente bondadosa” pero también “efectiva en su trabajo”.
En la ceremonia de despedida, a la perra se le retiró su uniforme característico, con gafas y botines, y se le entregó un juguete para perro como señal de su vida de jubilada.
“Frida se robó el corazón de todo México y de miles más allá de nuestras fronteras, ha entregado ya el característico uniforme que la acompañó en cada una de las misiones en las que participó”, agregó Redondo.
“Su ladrido siempre dio esperanza y en momentos de dolor e incertidumbre trajo alivio”, agregó.
Frida era miembro hasta este lunes de la Unidad Canina de la Marina Armada de México. Durante el terremoto de 2017 fue asignada a las misiones de rescate en el colegio Enrique Rébsamen, una primaria y secundaria del sur de Ciudad de México que se desplomó con el sismo de 7,1 grados. En ese colegio fallecieron 26 personas, entre ellos 19 niños.
Frida, especialista en la detección de personas vivas entre los escombros, también participó en las labores de rescate tras el devastador terremoto del 12 de enero de 2010 en Haití, fue movilizada para el rescate de víctimas en un alud en Guatemala en 2012, y colaboró en el terremoto de Ecuador de 2016.
La imagen de la perra rescatista dio la vuelta al mundo en los medios y las redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de unidad durante el terremoto de México. “Frida, como marino naval has enaltecido el nombre de nuestra institución, has cumplido tu misión con honor, has unido el corazón de México. Buena mar y mejores vientos a nuestra querida Frida“, concluyó el funcionario.
“Símbolos memorables de la fuerza que podemos tener las y los mexicanos cuando decidimos unirnos por grandes causas”. Esta es la leyenda que acompaña a la escultura de bronce dedicada a Frida y a su entrenador.
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