El anunciado cambio del tiempo, que pone fin a la intensa ola de frío, a la boina que sufren las grandes ciudades y a las nevadas de Filomena, ha llegado este miércoles. “Ya podemos dar por concluido el episodio frío. La nieve y las bajas temperaturas dan paso al deshielo, a una lluvia en general suave, excepto en el tercio occidental, donde son más intensas, y al viento, que sopla con rachas muy fuertes, así como a una subida de las temperaturas”, resume el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén Del Campo, que explica que este cambio en el patrón meteorológico se debe “al sucesivo paso de varias borrascas, la primera de ellas llamada Gaetan” por el servicio meteorológico portugués. La segunda, que sucederá a Gaetan el jueves, ha sido bautizada por Aemet Hortense. Es la octava borrasca de gran impacto de la temporada, que comenzó el 1 de octubre, y la tercera los 20 días que van de 2021.
La pasada madrugada aún registraron heladas fuertes, con cerca de -10ºC en puntos de la provincia de Teruel, mientras que en Galicia ya se han notado los efectos de la borrasca Gaetan, con una racha huracanada de 125 kilómetros por hora en Fisterra (A Coruña) y precipitaciones abundantes, de 60 litros por metro cuadrado en las últimas 24 horas también en A Coruña. El viento es muy fuerte en Asturias, con una racha, hasta ahora la mayor del día, de 132 km/h en Cabrales, así como en La Rioja, con 129 en Valdezcaray, y en Cantabria, con 122.
El frente asociado a Gaetan se irá trasladando este miércoles hacia el este, con precipitaciones que afectarán a buena parte de la Península. Serán más fuertes y persistentes en Galicia, en la cara sur de los sistemas montañosos de la mitad occidental peninsular, sobre todo en el norte de Extremadura y el sur de Castilla y León, y el sur de Andalucía. En esas zonas se esperan de 15 a 20 litros por metro cuadrado en una hora o al menos 40 litros por metro cuadrado en 12 horas. Además, el agua llega acompañada de rachas de viento fuerte o incluso muy fuerte en el norte de la Península y zonas altas del resto de la mitad occidental.
“No se esperan lluvias intensas, ni mucho menos torrenciales, en las zonas donde hay nieve acumulada, sino más bien precipitaciones débiles o, a lo sumo, moderadas en dichas áreas, sin grandes registros acumulados de precipitación”, subraya Del Campo sobre la zona centro y el este peninsular. Eso sí, en dichas áreas se producirá el progresivo deshielo de la nieve como consecuencia de la propia lluvia, del viento templado y de la subida de temperaturas. Con estas previsiones, Andalucía Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Navarra, País Vasco, La Rioja y Ceuta están bajo aviso por viento, lluvia, nieve, frío, niebla, mala mar y deshielo.
Esta situación de tren de borrascas se mantendrá al menos hasta el martes de la semana siguiente, con precipitaciones, en general, débiles, que afectarán a la mitad occidental peninsular y ocasionalmente al área mediterránea o incluso a Baleares. Las lluvias serán persistentes en Galicia, en especial en el oeste de esta región, y en la cara sur de las zonas montañosas como el Sistema Central, que actúa de barrera de las nubes. La nieve solo se dejará ver en cotas altas y las rachas de viento durante los próximos días pueden ser fuertes o muy fuertes, es decir, de más de 70 kilómetros por hora.
Dependiendo de los días, afectarán a diferentes zonas de la Península y de Baleares, probablemente las más intensas en Galicia y en el área cantábrica. “En esas zonas, sobre todo en puntos elevados y de costa, las rachas pueden superar los 100 o los 110 kilómetros por hora, sin descartar rachas huracanadas superiores a los 120 en puntos muy aislados de la costa y también en zonas altas de la cordillera Cantábrica”, advierte Del Campo. El jueves, pero sobre todo el viernes, las rachas muy fuertes de Hortense, la continuadora de Gaetan, afectarán a amplias zonas del centro y del este peninsular. El mar estado de la mar se producirá sobre todo en zonas costeras de Galicia y el área cantábrica, donde las olas podrán superar los cinco metros.
El arranque de año más frío en 36 años
Antes de la intensa ola de frío que ha acabado este miércoles, ya hacía mucho frío, tanto que la primera quincena del año se ha convertido en la más fría desde 1985 y en la segunda más fría de la serie actual, que empieza en 1965. La temperatura media de los primeros 15 días de enero fue de apenas 1,6 ºC, “nada menos que 4,2 ºC por debajo de lo normal”, subraya Rubén del Campo, para añadir que la anomalía de las mínimas ha sido de cuatro grados y las mínimas, de 4,2º.
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