Galicia y Murcia han añadido este lunes nuevas restricciones para intentar frenar los contagios, reduciendo todavía más la vida social de los ciudadanos. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado el cierre, desde el 27 de enero hasta el 17 de febrero, de toda la hostelería, la limitación de las reuniones a solo las personas convivientes y la reducción al mínimo de las actividades no esenciales. Estas limitaciones afectarán a toda la comunidad con cierres perimetrales en todos los municipios. Además, se mantiene el toque de queda a las 22.00, el máximo permitido por el Gobierno central. “Aún quedan momentos muy duros, debemos esforzarnos para superarlo”, ha dicho Núñez Feijóo. Estas nuevas restricciones llegan en una jornada oscura para esta comunidad, pues en Galicia se ha superado el número de ingresados en planta de la primera ola: 993 frente a los 939 de la primavera.
Las nuevas limitaciones afectan a todos los sectores: las universidades no reanudarán las clases hasta el 8 de febrero y la primera semana (hasta el 17) serán telemáticas. El comercio no esencial cerrará a las 18.00 y los centros comerciales no podrán abrir los fines de semana. Se suspenden también las actividades en centros sociales, culturales, bibliotecas, museos y gimnasios.
Han pasado 10 días desde el primer endurecimiento de medidas en Galicia —limitar las reuniones a cuatro personas y adelantar el cierre de la hostelería a las 18.00—, pero los datos no mejoran, tras 13 jornadas con más de 1.000 casos diarios. La ocupación en UCI también se sitúa muy cerca del pico de abril: 161 frente a 178. La incidencia en toda la autonomía está por encima de los 600 casos por cada 100.000 habitantes. El presidente autonómico ha explicado que la gravedad de los datos no deja otra salida: “Mi deber es hablar con total transparencia y explicar las razones por las que tenemos que tomar estas medidas”.
Sin embargo, los centros de día sí mantendrán la actividad, al igual que los educativos no universitarios. También se permite hacer deporte de forma individual y al aire libre, siempre con mascarilla. Pese a esto, el presidente de la Xunta ha recordado la importancia de autoconfinarse y reducir las actividades no esenciales al mínimo: “Hay 1.622 —el número de fallecidos en Galicia— razones incuestionables para endurecer las medidas”. Además ha recomendado que se “apueste por el teletrabajo”, ha pedido a los ciudadanos que se mantengan en casa a partir de las 18.00 y ha insistido en la necesidad de que el Gobierno central permita el adelanto del toque de queda.
En Murcia, Jaime Pérez, portavoz técnico del Comité de Seguimiento Covid-19 de esta región ha anunciado también este lunes en rueda de prensa nuevas restricciones que entrarán en vigor el miércoles 27 de enero. Entre estas nuevas medidas está la prohibición en toda la comunidad de encuentros de más de dos personas no convivientes en espacios públicos, ya sean cerrados o al aire libre. Como explica la Consejería de Sanidad, esto significa que “no se puede quedar para ir de compras o salir a caminar con más de una persona no conviviente”. Anteriormente, el límite para este tipo de reuniones era de seis personas. Las personas que vivan juntas pueden seguir saliendo juntas a la calle, aunque sean más de dos.
En espacios privados, los encuentros de no convivientes están prohibidos. Ya desde el día 14 de enero no están permitidas las reuniones sociales o lúdicas “no regladas y sin mascarilla” entre personas que no vivan bajo el mismo techo.
Por otro lado, se adelanta a las 18.00 horas el cierre de actividades no esenciales en ocho municipios que presentan una tasa de incidencia acumulada superior a los 2.000 casos desde hace dos semanas: Yecla, Moratalla, Albudeite, Mula, Fortuna, Caravaca, Ricote y Jumilla. Durante los fines de semana, las actividades no esenciales en estos municipios permanecerán cerradas las 24 horas. Supermercados, tiendas de alimentación, farmacias o gasolineras no están incluidos en los negocios afectados por la medida.
El Gobierno murciano ha decidido endurecer las restricciones ante el aumento en la presión asistencial en los hospitales de la región. “Aunque el número de contagios sigue descendiendo, un 20% menos que la semana anterior”, ha dicho Jaime Pérez, “la presión asistencial que registramos en nuestros hospitales es muy preocupante”.
Los pacientes ingresados en los hospitales murcianos suman 1.073 en total, con 158 en cuidados intensivos (UCI). Ayer domingo fallecieron 16 personas por covid-19 en la comunidad, que cuenta un total de 937 muertes por coronavirus desde el inicio de la pandemia. Los casos activos han descendido este lunes 25 de enero hasta los 16.474, 927 menos que en el día anterior. La tasa de positividad se sitúa en el 12,3%.
Pérez ha anunciado que las medidas tomadas hasta ahora están surtiendo efecto, pero al mismo ha pedido “hacer un esfuerzo adicional”. “Partimos de cifras tan altas que tenemos que concienciarnos de que hay que ser todavía más intenso en esta etapa”, ha señalado el portavoz técnico del Comité de Seguimiento, que ha informado de que 43 de los 44 municipios de la región presentan un nivel de alerta extremo.
Murcia mantiene el cierre perimetral de la comunidad y el toque de queda entre las 22.00 y las 6.00, además del cierre perimetral de todos sus municipios y de la hostelería salvo en nueve poblaciones: Beniel, Alhama de Murcia, Totana, Puerto Lumbreras, Mazarrón, Librilla, Calasparra, Aledo y Ojós.
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