La holgada mayoría con la que el Gobierno ha sacado adelante una votación tan crucial como la de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos, con EH Bildu en todos los focos, se le ha terminado indigestando al PSOE. La ostentación con la que Pablo Iglesias publicitó el apoyo de la izquierda abertzale y los reiterados intentos de Unidas Podemos de impedir un acuerdo con Ciudadanos han soliviantado a los socialistas. El malestar es generalizado en todo el escalafón. Los cuadros orgánicos consultados, sean alcaldes, secretarios provinciales o barones reconocen la incomodidad que les produce, sobre todo, la falta de respuesta al tacticismo del socio minoritario del Gobierno para truncar el respaldo del partido de Inés Arrimadas. Emiliano García-Page ha sido el último en explicitar su contrariedad.
“Estamos pasando del estado de alarma por la covid a la alarma de Estado por este pacto con Bildu, que no tiene un pase. Tengo la sensación de que en el Gobierno se hace lo que impone el tacticismo de Pablo Iglesias”, ha lamentado este viernes el presidente de Castilla-La Mancha en una entrevista en la cadena SER. “Bildu no está en un proceso de normalización como tal, fue la democracia quien ganó la batalla”, ha incidido sobre su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, anunciado por el coordinador de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, y aplaudido por Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno. “Ver a Otegi siendo clave para decidir los Presupuestos del Estado que combatió desde un grupo terrorista me produce una sensación muy dolorosa. Por un lado, de fracaso como país por no ser capaces de que sean irrelevantes. En lo personal iré a la farmacia a buscar un antiemético”, lamentó Guillermo Fernández Vara. La reacción del presidente extremeño, que pasa por ser una de las voces más respetadas -y contenidas- del PSOE, sorprendió en Ferraz. Igual que la del presidente de Asturias, Adrián Barbón, que se encuentra entre los más afines a Pedro Sánchez. Pactar con los abertzales “no es un plato de buen gusto”, ha afirmado el presidente del Principado.
El presidente castellano-manchego ha considerado esencial sacar adelante las nuevas cuentas públicas, pero ha lamentado el papel de Unidas Podemos dentro del Ejecutivo de coalición: “El compromiso inicial era que de la política social se hablaba con Podemos y que la institucional y territorial era el PSOE quien marcaba la pauta. Pero a la hora de la verdad, y lo veo con preocupación, Podemos nos marca la agenda y nos está arrastrando a una esquina del tablero político que está muy fuera de las grandes mayorías del PSOE”.
García-Page ha afeado a Iglesias “permitirse el lujo de vetar a Ciudadanos”, algo que según él “va en contra de lo que querían el PSOE y el Gobierno”, y ha defendido alcanzar pactos con el partido de Arrimadas. “Hace un año y medio hubiera sido posible un Gobierno con Ciudadanos. Ahora tenemos que comulgar con ruedas de molino porque nos obliga Pablo Iglesias. Lo cierto es que en España llevamos mucho tiempo viviendo del cortísimo plazo, del tacticismo permanente”, ha criticado. El PSOE y Ciudadanos cogobiernan en varias ciudades de Castilla-La Mancha. García-Page preside esta comunidad tras lograr la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas del año pasado, en las que Podemos perdió los dos escaños que había logrado cuatro años antes. Fue el final del primer Gobierno de coalición en una comunidad autónoma entre socialistas y Podemos.
El barón del PSOE ha reconocido, no obstante, que en política no siempre se puede hacer lo que uno quiere y ha recordado que la aprobación de los Presupuestos “es más clave que nunca”. “Si no lo hacemos no habrá una puerta de entrada a los grandes fondos europeos”, ha afirmado García-Page. “Todo el mundo sabe en España que los Presupuestos son la clave de bóveda para que la legislatura aguante en España. Y la derecha, como lo sabe, no ha dado ni tregua al Gobierno, no se ha puesto ni a negociar”, ha dicho Page, que ha asegurado que su partido, el PSOE, “está haciendo un intento por hacer viable la situación de este país cuando esta es casi inviable por la coyuntura política, social, el virus…”. Además, ha reconocido, “la política te lleva a jugar papeles diferentes” y cada día se pregunta “¿qué haría yo si estuviera en el lugar del presidente del Gobierno?” para empatizar con el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y su labor al frente de España.
“Esperemos que después de ir a la esquina del tablero podamos regresar a otro lugar una vez se aprueben los Presupuestos”, ha agregado. “Estamos con el agua al cuello. El único dinero que llega es el de Europa”, ha recordado García-Page para valorar la importancia de los fondos comunitarios en el contexto de la pandemia del coronavirus. A este respecto, el presidente castellano-manchego no ha querido entrar en “polémica” con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aunque ha dicho, a propósito de la región, que “en Madrid, dentro de la M-30, hay una España que está desconectada de la realidad”.
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