Gedeón Guardiola: “Nos ven con menos galones, y es una ventaja”



Gedeón Guardiola, contra Suecia en el Europeo.MARTIN DIVISEK (EFE)

Gedeón Guardiola (Petrer, Alicante; 37 años) duerme solo en este Europeo. Es el único jugador que ocupa una habitación individual en el hotel de Bratislava donde se aloja la selección de balonmano. Son 19 convocados y él, como capitán, disfruta de ese privilegio. Fueron muchos años compartiendo noches, estrategias y confidencias con Viran Morros, su compañero en el centro de la defensa, pero ahora todo ha cambiado: ya no está el catalán, que salvo giro imprevisto cerró su ciclo en los Hispanos al igual que otros veteranos, y Guardiola ha estrenado capitanía y, con ello, más espacio para él en las pesadas concentraciones.

“Después de tanto tiempo con el mismo bloque, al principio fue un poco raro, pero la adaptación ha ido rápida”, valora el segundo jugador de más edad de España, solo siete meses menor que Antonio García, ambos campeones del mundo en 2013. En la pista, de momento, las cosas no han empezado mal. “Las sensaciones son muy buenas, la victoria contra Suecia nos dio un subidón. Pudimos mantener el nivel en situaciones complicadas y eso nos aportó confianza”, comenta este corpachón de dos metros y 103 kilos, que hace años supo hacerse imprescindible en defensa cuando perdió protagonismo en ataque.

“Que me feliciten por la defensa me llena. No me obsesiona meter goles (lleva 203 en 175 internacionalidades). Y ya se sabe el dicho: los ataques ganan partidos y las defensas, títulos”, apunta el segundo mejor jugador del Europeo en la retaguardia, con un blocaje y cuatro robos. La pareja que formó con su amigo y compañero de habitación Viran Morros –”él era más estudioso que yo de los rivales”, admite- levantó un muro que resultó decisivo en los éxitos recientes de la selección. Del palmarés de Guardiola cuelgan siete medallas y ahora trabaja para engrasar automatismos lo antes posible con Iñaki Peciña y Miguel Sánchez-Migallón, dos de las novedades de esta España reciclada a la fuerza y a quienes suele llamar a la habitación para ajustar conceptos.

A partir de este jueves, en la segunda fase les espera Alemania (18.00, Tdp), y luego vendrán Rusia (viernes, 15.30), Noruega (domingo, 20.30) y Polonia (martes, 15.30). La selección arrastra dos puntos de la primera ronda, igual que los germanos y rusos; “una buena ventaja”, advierte Guardiola, aunque hasta las semifinales (pasan dos) todavía queda un buen trecho. Campeones en 2018 y 2020, acumulan cuatro ediciones seguidas en el podio, sin embargo, esta vez las ausencias de Entrerríos, Morros, Sarmiento, Aginagalde y los lesionados hermanos Dujshebaev, y la llegada de cinco novatos hace que todo resulte más empinado a la vista. “Si nos clasificamos, puede que se valore un poco más. Y también es posible que ahora los rivales nos vean con menos respeto, pero ese respeto nos lo tenemos que ganar en la cancha. Ante Suecia dimos un golpe encima de la mesa. Entiendo que esta situación, que los contrarios nos vean con menos galones, es una ventaja para nosotros. No tenemos nada que perder y somos muy difíciles de batir”, asegura.

Otro rol, otra situación “rara”

Mientras, intramuros de una concentración cerrada a cal y canto por miedo a la covid, a este alicantino le toca también pastorear al vestuario en su nueva función de capitán. Otra situación “rara”, reconoce. “Antes no era el segundo ni el tercer capitán. De repente, me he visto con este papel, que no es fácil, pero me siento respaldado por los compañeros. Debo mostrar una imagen positiva, trabajadora y de sacrificio. En Madrid hubo entrenamientos muy duros, y traté de transmitir que el esfuerzo nos iba a llevar al éxito. Tengo que estar atento a las actitudes, tanto buenas como malas, porque el ambiente es fundamental”, desarrolla Guardiola, estudiante de Psicología, que no esquiva reflexiones más generales que trascienden la burbuja deportiva.

“Tal vez los jóvenes no tienen la disciplina que yo he conocido, donde la estructura de la sociedad era muy arraigada y marcada. Hay que respetar las jerarquías. Esto también se ve en un vestuario. Aquí intentamos que todos seamos iguales. Y, si alguien se pasa, otro le para los pies con buenas maneras porque hemos dejado claro que cada uno debe aportar en beneficio del equipo. En la selección los nuevos saben dónde vienen y hasta ahora no me ha tocado llamar la atención a nadie”, comenta el pivote, que lleva desde 2012 en la Liga alemana, ahora en el Lemgo, junto a su hermano gemelo Isaías, dos nombres bíblicos.

A Gedeón se lo pusieron como una herencia familiar. Cuando nació su bisabuelo, la elección se hizo abriendo la Biblia al azar (el padre era sacristán) y ahí apareció “Gedeón”. Antes había venido al mundo su hermano gemelo, pero para él ya estaba todo decidido: sería Isaías. Así que cuando se produjo el alumbramiento de los balonmanistas, una de las abuelas propuso repetir el dúo de nombres. Los dos han hecho una carrera notable en el deporte, sobre todo Gedeón, que tras muchos años como brillante escudero ha multiplicado su peso en una España en plena transformación que sigue mirando alto.

La ruta de los Hispanos

Rivales de la segunda fase

Jueves: Alemania (18.00). Mañana: Rusia (15.30). Domingo: Noruega (20.20). Martes: Polonia. Todos por Tdp.

Así arranca el grupo de España

Alemania, 2 puntos.

España, 2

Rusia, 2

Noruega, 0

Suecia, 0

Polonia, 0

*Los dos primeros clasificados pasan a semifinales.

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