El pasado martes, la lluvia empezó a caer en cantidades torrenciales sobre el norte de Italia, ya cerca de la frontera del país con Suiza. Los vecinos de la zona tuvieron que refugiarse allá donde pudieron porque el agua anegó las casas, arrasando con varias de ellas. Tres días de lluvias incesantes que han dejado un paisaje devastado y cubierto de barro y escombros que caía arrastrado desde las montañas sobre una de las zonas más conocidas, turísticas y lujosas de Italia, el lago de Como. La zona es tan conocida como lo son sus vecinos, y uno de los más ilustres ha querido salir en ayuda del lugar: nada menos que George Cloney.
El actor de, entre otras, Batman&Robin y Gravity lleva varias semanas con su esposa, la abogada Amal Clooney, y sus mellizos Alexander y Ella, que acaban de cumplir cuatro años, en Villa Oleandra, la mansión que tiene desde hace 20 años a las orillas del lago. En la residencia, una de las más apreciadas por el actor, se han alojado desde los Obama con sus hijas hasta David Beckham, Brad Pitt, Matt Damon, Michael Douglas y Catherine Zeta Jones o Jennifer Aniston, además de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle. El año pasado a causa de la covid-19 la familia no acudió a su residencia italiana, pero este verano llevan allí desde, al menos, principios de julio.
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Clooney se siente un vecino más del lugar y por eso ha ayudado en las tareas de limpieza y desescombro y también ha anunciado que tratará de recaudar fondos para Laglio, la villa a la que pertenece su casa y que ha quedado en un estado completamente ruinoso a causa del barro y los escombros arrastrados por las lluvias, que han inundado e incluso sumergido algunas de las casas. Según ha contado Roberto Pozzi, alcalde de Laglio, al diario británico The Times, Clooney no tardó en tomar cartas en el asunto. “Vino directo al ayuntamiento para ver qué había ocurrido y le llevamos a dar una vuelta para comprobar los daños”, explica Pozzi. “Estaba realmente preocupado y dijo que quería ayudar. Vamos a recaudar fondos y él usará sus propios canales para hacerlo también, así que podremos ayudar a la gente que se ha quedado sin hogar”, apuntaba el regidor local.
El propio Clooney ha dado unas declaraciones en una televisión local italiana, donde se disculpaba por no poder hablar el idioma. “Es mucho peor de lo que pensaba”, explicaba el actor en inglés. “En Cernobbio [una localidad más al sur] la situación es seria y en Laglio es aún peor. He hablado con el alcalde y va a haber muchísimo trabajo, costará millones de dólares, pero esta ciudad es fuerte. Reaccionará y será mejor aún que antes. Es una ciudad con gran capacidad de resiliencia”, afirmaba. Se ha tenido que evacuar a 60 personas de toda la zona, 30 de ellas de Laglio.
“Cualquiera que llegue a Laglio se tirará de los pelos por la gravedad de la situación”, ha dicho el alcalde Pozzi al Times. “Alrededor de medio millón de metros cúbicos de materiales ha inundado la ciudad. Necesitamos que el Gobierno declare el estado de emergencia y nos dé apoyo financiero extra”. Además, Pozzi contó al diario The Sun que hasta cuatro casas habían quedado completamente destruidas por culpa de las lluvias.
La relación de Clooney con toda la zona del Lago Como en general y con Laglio, de apenas 900 habitantes, en particular es estrecha desde hace años. En 2004, el ayuntamiento lo nombró vecino de honor. “Su vínculo con la localidad es ya un patrimonio que nadie podrá quitarnos”, dijo el entonces alcalde, Giuseppe Mantero. La localidad siempre ha correspondido a la enorme publicidad que le hace el intérprete. Alrededor de 2010 se empezó a especular con que el actor, agobiado por la persecución de los fotógrafos, pretendía vender la mansión, por lo que en 2014 su regidor emitió una orden para prohibir que cualquiera se acerque a menos de 100 metros de Villa Oleandra. En 2015 y ante los insistentes rumores de una posible venta (se hablaba de 90 millones de euros, cuando la villa costó 10) se impusieron multas de hasta 500 euros para quien osara acercarse a la propiedad. Así Clooney puede descansar con la paz que allí va a buscar.
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