Este miércoles, a partir de las 16.30, tendrá lugar un encuentro entre el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y los representantes de las principales organizaciones de autónomos, ATA, UPTA y UATAE, en la que el Gobierno trasladará “las primeras líneas” de su plan para establecer un nuevo sistema de cotización por ingresos reales, una decisión que el propio ministro ya anunció en septiembre. La voluntad del Gobierno es acercar el sistema actual de cotización de los autónomos al de los trabajadores asalariados, y para ello prepara “unos pequeños cambios” que derivarían en un nuevo sistema que establecería varios tramos, como sucede con el IRPF. Con este cambio, el ejecutivo espera que “la gran mayoría de los trabajadores por cuenta propia” cotice menos.
Según los datos actuales que manejan desde el Gobierno, un 85% de los autónomos cotiza por la base mínima (944 euros), una cantidad base inferior a la de los asalariados, quienes cuentan con una base inicial de 1.108 euros al mes (el equivalente al salario mínimo en 12 mensualidades). Sin embargo, esta medida, que ha venido barajándose en los últimos años pero que hasta ahora no se había puesto en marcha, no satisface a todas las partes. Desde el sindicato ATA consideran que tendrá justo los efectos opuestos a los que se refiere el ejecutivo. Según su presidente, Lorenzo Amor, esta variación de los criterios “solo va a afectar” a 1,2 millones de autónomos y va a generar una bajada de rendimientos netos al establecer tramos, de manera que buscarán acogerse a los más bajos. Amor, en una entrevista en Rne, fue más allá y aseveró que este nuevo sistema “no es un sistema justo ni solidario porque no va a llegar a todos”.
Recibimiento desigual
El presidente de ATA indicó que el 52% de los autónomos elige cotizar por la base mínima de cotización actual, unos 300.000 son familiares de autónomos que no declaran sus ingresos como colaboradores, unos 400.000 se acogen al sistema de módulos o 200.000 están en tarifa plana. Aunque se mostró partidario de escuchar la propuesta de Escrivá, Amor consideró que no se trata de “una idea nueva” y que no se ha llevado a cabo “por la dificultad técnica”. Desde ATA apuestan por “incentivar que de forma voluntaria los autónomos puedan adaptar su cotización”. Desde UPTA y UATAE, sin embargo, se muestran satisfechos con esta futura reforma que consideran necesaria para que “miles de autónomos salgamos del cuarto de la precariedad”, según indica Maria José Landaburu (UATAE).
La reunión que finalmente se llevará a cabo este miércoles se vio pospuesta en sus orígenes por los sucesivos encuentros que tuvieron que llevarse a cabo previamente entre Gobierno y sindicatos para abordar la extensión de las ayudas extraordinarias hasta el 31 de enero como consecuencia de la pandemia para este colectivo.
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