Unión Hidalgo, Oax.- “Cuidar el río desde el arte” es un principio que Víctor Fuentes, defensor del “Río Espíritu Santo” en Unión Hidalgo pone en práctica desde hace 18 años, los 365 días del año.
Y para celebrar el Día Mundial del Agua este 22 de marzo, tres jóvenes contagiados por su defensa del río elaboraron un mural al que nombraron “Gota finita”, que da cuenta de lo valioso que es este caudal para la comunidad zapoteca.
El río Espíritu Santo nace en los altos de los Chimalapas, pasa por el lado poniente de esta población, cruza las poblaciones de La Venta y Chicapa de Castro, agencias municipales de Juchitán, además de cruzar el poblado de Unión Hidalgo en donde se ha contaminado de forma alarmante.
Carolina Marín, Rommel Martínez y Nadxieli Alonso, con sus propios medios dibujaron “zumbidxi”, que son pequeños reptiles conocidos como “pasa ríos” y que se alimentan de este afluente natural.
El mural dibujado en una pared que abarca unos 5 metros de extensión, se ubica frente al río, como un homenaje a su valor y a su respeto, a que pese a que le extraen agua y piedras todos los días para obras de construcción, sigue luchando por su sobrevivencia.
“Quisimos dibujar a estos zumbidxi porque es la fauna que se encuentra en nuestro río, pero si seguimos contaminándolo, ya no habrá se acabarán y también el río morirá, y eso no lo queremos”, dijo Carolina, de 18 años.
Carolina, estudiante de nivel profesional, contó que fue a través de un trabajo escolar que comenzó a ver la importancia del río, elaboró primero un cómic al que nombró Zumbidxi, y ahora este mural, todo con el afán de proteger y cuidar el río Espíritu Santo.
“El maestro Víctor Fuentes nos inspira con el cuidado, así empecé a voltear a ver este río, y quisimos dejarle un mensaje elaborando un mural, y ahora somos tres amigos, pero queremos ser más, que más jóvenes, personas y niños cuiden nuestro río, porque es lamentable que un día este limpio y al otro ya lleno de basura, de seguir así desaparecerá”.
Tequio por el río
Víctor Fuentes no se fija en las fechas, pero sí en las acciones, y para el celebrar el Día del Agua llamó a participar en acciones como “Tequio por el Río”, que viene desarrollando ya casi 18 años domingo a domingo. Actualmente son 500 metros los que ha rescatado, limpiando y sembrando plantas endémicas como el pochote.
El ambientalista dedicó más de 30 años a la educación primaria y actualmente es dueño de una galería de arte independiente “Gubidxa”. También es escritor en su lengua indígena, el zapoteco.
No se considera ecologista, pero sí defensor de este espacio natural desde el 2005, cuando decidió hacer un alto a sus actividades personales y luchar para que las aguas del río que atraviesa su localidad estén un poco más limpias.
“La gente no le ha dado el lugar al río, la gente piensa que es un espacio donde pueden arrojar sus desechos, donde pueden extraer todo tipo de piedra y agua también, entonces ven al río como algo que les da, pero ninguno se atreve a proteger”.
Aunque han sido años de remar muchas veces contra la corriente, Víctor, activista comunitario y dueño de la galería Gubidxa, no se detiene, al contrario, tiene puesta la mirada en cuidar y defender el río Espíritu Santo.
“Recuerdo muy bien cuando inauguramos la primera exposición en la ribera del río y desde entonces no nos detenemos, considero que el río nos ha dado mucho, y es una forma de retribuirle todo, cuidarlo no nos cuesta nada, pero mucha gente aun no tiene conciencia, y sigue tirando basura, 18 años después de que les hemos dicho que no lo hagan”.
Víctor es feliz caminando en el río, sembrando plantas, quitando otras y reforestando, y lo que más le sorprende es que se ha despertado una conciencia si no de la mayoría, pero sí de unos cuantas personas y eso es un logro.
Indiferencia institucional
La defensa del río no se detendrá mientras viva, dice el maestro, que ha hecho del cuidado de este afluente su actividad cotidiana e incansable; sin embargo, criticó que las autoridades actúen con indiferencia, pues trienio a trienio se ha carecido de un plan para cuidar el río y detener el saqueo de agua y piedra.
Tampoco existe planeación territorial, pues es notoria la deforestación de la ribera del río, de parte de supuestos dueños.
“No hay planeación ni orden y eso es una amenaza, es claro que a nuestras autoridades no le importa el cuidado de nuestro río, por fortuna hay más personas como estos tres jóvenes que están uniéndose, eso nos da fuerza para seguir en nuestra defensa”.
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