El gigante farmacéutico Johnson & Jonshon y tres de la mayores distribuidoras de medicamentos de Estados Unidos han llegado a un acuerdo de 26.000 millones de dólares con varios Estados para zanjar los miles de pleitos a los que se enfrentan por la crisis de opioides, que ha llegado a ser declarada una emergencia de salud pública, ha matado a cientos de miles de estadounidenses en los últimos años y que ha generado una tonelada adictos por mala información y administración. Una vez ratificado el pacto en los gobiernos estatales y locales, los fondos se destinarán a financiar servicios de prevención y tratamiento de la adicción en las comunidades afectadas.
Además de J&J, forman parte del acuerdo las empresas Cardinal Health, AmerisourceBergen y McKesson, que son pesos pesados de la distribución en Estados Unidos, pero el resto del sector farmacéutico sigue litigando con ciudadanos y autoridades locales de todo el país. En este caso —y en la mayoría— los denunciantes sostienen que las distribuidoras hicieron caso omiso a las enormes cantidades de envíos de opiáceos prescritos a las comunidades y que la farmacéutica Johnson & Johnson minimizó la capacidad adictiva de estos productos. Uno de los fármacos que hizo estragos fue el fentanilo, hasta 50 veces más potente que la heroína.
“Johnson & Johnson, McKesson, Cardinal Health y Amerisource Bergen no solo prendieron la mecha, sino que alimentaron el fuego de las adicciones a los opioides durante más de dos décadas. Hoy hacemos rendir cuentas a estas empresas inyectando miles de millones de dólares”, señaló la la fiscal general del estado de Nueva York, Letitita James, en un comunicado. James anunció el acuerdo este miércoles por la tarde de forman conjunta con los fiscales generales de Carolina del Norte, Pensilvania, Nueva York, Delaware y Luisiana. Los Estados y el Distrito de Columbia (la ciudad de Washington) tienen ahora un plazo de 30 días para revisar la letras pequeña y, muy especialmente, el reparto del dinero.
Las distribuidoras aportan 21.000 millones y J&J, 5.000 millones. Siguen pendientes otros litigios entre Estados y compañías como Teva o Allegran y cadenas de distribución como CVS o Walgreens, también demandadas, negocian también acuerdos para evitar los juicios. Purdue Pharma, una de las empresas más señaladas de esta crisis por fabricar el analgésico, el OxyContin (nombre comercial en Estados Unidos, Oxycodone en España) se declaró en octubre de 2020 culpable de engaño y llegó a un acuerdo civil para pagar 8.300 millones de dólares, pero como se encuentra en bancarrota el pago de indemnizaciones resulta improbable.
En el año 2020, en plena pandemia, murieron en Estados Unidos más de 93.000 personas por sobredosis de medicamentos, lo que supuso un aumento del 29% respecto a la cifra 2019, que ya había batido un récord, según los datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE UU hechos públicos esta misma semana. De los 93.000 fallecidos, cerca de 70.000 fueron debido a sobredosis de opioides.
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