El grupo Wagner, cuyo jefe, Yevgueni Prigozhin, falleció en extrañas circunstancias durante un vuelo el pasado mes de agosto, reanudó el reclutamiento de mercenarios en los Urales y Siberia para combatir en la filas del Ejército ruso, según informaron hoy medios rusos.
“Seleccionamos a aquellos que tienen experiencia en combate, incluidos los que formaron parte de compañías militares privadas”, señaló el representante de Wagner al portal 59.ru de la ciudad de Perm, en Urales.
Lo que si diferenció con Prigozhin, fue que ahora la compañía ahora no recluta antiguos presidiarios.
El contrato, que tiene una duración de seis meses, estipula un salario de entre 80 mil rublos (unos 15 mil 490 pesos mexicanos) y 240 mil mil rublos (46 mil 470 pesos), dependiendo del lugar donde se preste el servicio.
“Necesitamos gente desesperada y valiente, los mejores de los mejores”, señala el canal de Telegram.
Los candidatos que busca Wagner deben tener pasaporte ruso, no pueden sufrir asma, diabetes o enfermedades oncológicas, y carecer de antecedentes penales vinculados con el consumo de sustancias psicotrópicas.
A su vez, confirmó que el destacamento Wagner es dirigido ahora por Pável Prighozin, hijo único del fundador del grupo, que murió al estrellarse en agosto pasado el avión en que se transportaba a Rusia a pesar de las tensiones con el mandatario Vladimir Putin.
También informó sobre el reinicio del reclutamiento el portal ngs.ru de la ciudad siberiana de Novosibirsk.
“Ya llevamos dos-tres días firmando contratos. Los firmamos no con el Ministerio de Defensa, sino con la Guardia Nacional. Por ahora, no aceptamos ni presos ni enfermos“, señaló la fuente.
El domingo el líder checheno, Ramzán Kadírov, dio oficialmente la bienvenida a más de 170 antiguos wagneritas en las fuerzas especiales de la república del Cáucaso.
Kadírov, que tuvo sus diferencias con Prigozhin por sus críticas al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, aseguró que los wagneritas ya firmaron contratos con el Ministerio de Defensa.
La prensa rusa ya informó la semana pasada sobre el regreso al campo de batalla de los temidos mercenarios en las filas del batallón especial Arbat, que participa en la batalla por Avdikva, localidad en la región ucraniana de Donetsk.
Los wagneritas abandonaron Ucrania después de conquistar en mayo el bastión de Bajmut, tras lo que Prighozin protagonizó el 23 y 24 de junio una fallida rebelión armada contra el Kremlin.
A principios de octubre el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que el avión en el que se estrelló en agosto el ex líder de Wagner y sus colaboradores más cercanos no fue derribado y sugirió que fueron ellos mismos los causantes de la tragedia.
Putin, que ha sido acusado por miembros de Wagner, la oposición y políticos occidentales de ser el responsable del siniestro, lamentó que los especialistas no hubieran realizado exámenes médicos en busca de alcohol y drogas “en la sangre de los fallecidos”.
Posteriormente, se reunió en el Kremlin con un antiguo comandante de Wagner, Andréi Troshev, con el que abordó la creación de “unidades de voluntarios” en el Ministerio de Defensa.
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