Por Ángeles Mariscal
Chiapas. Personas con armas de grueso calibre, armadas también con bombas, agredieron la mañana de este 7 de julio a habitantes de la cabecera municipal de Pantelhó, municipio indígena ubicado en Los Altos de Chiapas. Esta agresión se da tres días después que fue asesinado el expresidente de Las Abejas de Acteal, Simón Pedro Pérez, quien había denunciado el acoso que ejercen hacia las comunidades de este municipio, grupos criminales que trafican con armas, droga y personas.
De acuerdo a informes de pobladores, desde las 6 de la mañana, personas encapuchadas y armadas se posesionaron de los caminos que comunican a la cabecera municipal de Pantelhó, disparando contra la cabecera municipal, y detonando explosivos.
Habitantes de este lugar enviaron audios pidiendo auxilio a las autoridades. En los mensajes se escuchan las ráfagas de metralletas y explosiones. Refirieron que no pueden salir de sus viviendas.
De manera extraoficial, autoridades locales señalaron que las agresiones de estos grupos se asentaron en la zona indígena de Los Altos de Chiapas desde hace varios años, se hacen llamar “Los Ciriles”, aunque se asumen como células del Cartel Jalisco Nueva Generación, y se dedican al tráfico de armas, droga y personas.
Sin embargo, refieren que fue en el periodo preelectoral de este 2021, cuando empezaron a asesinar a líderes comunitarios y agentes rurales de varios poblados, porque estos los denunciaron ante autoridades del gobierno estatal, a quienes pidieron su intervención.
Detallan que se difundió una fotografía donde aparecen en la Secretaría de Gobierno de Chiapas, los agentes rurales que llegaron a pedir auxilio, y fue cuando los grupos criminales recorrieron varias comunidades asesinando a al menos 11 personas, entre ellas Rubicel Pérez, uno de los denunciantes.
Las agresiones se recrudecieron este mes, y fue el 5 de julio cuando asesinaron a Simón Pedro Pérez, ex presidente de Las Abejas de Acteal, catequista de la parroquia de Pantelhó, y habitante de la comunidad Nuevo Israelita, de Simojovel, todos lugares cercanos entre sí.
Fue en esta comunidad cuando el 6 de julio, pobladores localizan explosivos de alta potencia en dos de las casas que eran ocupadas por personas a las que identifican como integrantes de grupos de la delincuencia organizada.
Se trata de dos tambos de aproximadamente 20 litros, en cuyo interior había material explosivo, también algunas bolsas con ese material, y tres artefactos y pilas de lo que deducen pueden ser detonadores.
Relatan que los ocupantes de las dos viviendas donde estaban los explosivos, las abandonaron el pasado sábado, dos días antes de que el líder indígena, Simón Pérez, fuera asesinado, presuntamente por denunciar la situación de acoso que viven las comunidades.
El sacerdote Marcelo Pérez Pérez, párroco de Simojovel y director de la Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, explicó que los habitantes de la comunidad donde encontraron los explosivos le notificaron del descubrimiento y le pidieron que avisara a la Fiscalía de Justicia. Esta dependencia señaló que no se encontraba en condiciones de hacerse cargo del material, y pidió la intervención del Ejército mexicano.
La comunidad de donde es Simón Pedro Perez dieron a conocer que se sienten en riesgo, que temen agresiones por parte de grupos criminales, quienes ahora están teniendo una fuerte presencia no solo en el municipio de Pantelhó, sino también en Simojovel, Chenalhó, Aldama, y en general en esa región.
En el caso de Pantelhó, cientos de pobladores han abandonado sus comunidades y se refugian en casas particulares y albergues de la cabecera municipal.
Sobre estos hechos, la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas emitió un comunicado donde señala que “tal parece que hay intereses oscuros que genera omisión a las denuncias, se minimiza, se atiende con dádivas y programas que no responden a la situación de fondo”. “Volvemos a ver en Chiapas la reactivación de las fuerzas que mutaron de paramilitares a crimen organizado aliados al narco gobierno que han invadido nuestro estado para controlar la resistencia de los pueblos organizados que defienden su autonomía”, explica en el documento.
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