La organización no gubernamental indicó que la comunidad michoacana ha sufrido de violencia, extorsiones y destrucción de sus bosques.
Comachuén, una comunidad de aproximadamente seis mil habitantes perteneciente al municipio de Nahuatzen, ubicada en la Meseta Purépecha de Michoacán, durante mucho tiempo sufrió de la violencia, las extorsiones y la destrucción de sus bosques por parte de los grupos criminales en complicidad con gobiernos corruptos. Su paciencia se acabó en 2017, cuando tuvo un sueño: vivir con tranquilidad, de manera digna y en respeto con su naturaleza.
Tuvieron el sueño de ser libres y ejercer su derecho a la autonomía y a la libre determinación con arraigo en sus tradiciones indígenas.
De acuerdo con un comunicado de la organización Serapaz, el 21 de agosto de 2018, el Tribunal Electoral de Michoacán reconoció al Concejo de Gobierno Comunal de Comachuén (CGCC) a través del Juicio para la protección de los derechos políticos electorales TEEM – JDC 152/2018 como órgano de gobierno comunitario que defiende los derechos humanos y colectivos de la comunidad.
CGCC nombró concejales, formó su ronda comunitaria para velar por la seguridad de sus habitantes y cuidar de los bosques. Desde entonces, la asamblea se volvió el máximo órgano de toma de decisiones y se generaron mecanismos para la transparencia en el manejo de los recursos.
La violencia contra el Concejo de Gobierno Comunal de Comachuén, principalmente contra las mujeres que lo integran, ha ido en aumento.
El día 19 de noviembre, un grupo agredió a integrantes del CGCC y la comunidad.
Comunicado aquí?https://t.co/iw9pt45ObB pic.twitter.com/UXZUGsdukU
— Serapaz Mexico (@SerapazMexico) November 21, 2019
Desde inicios de este año, la violencia contra el CGCC y principalmente contra las mujeres que lo integran, ha ido en aumento. El día 19 de noviembre, se vivieron horas de miedo y confusión cuando un grupo de aproximadamente 50 personas liderado por Leonel Felipe Cruz, golpeó, persiguió y amedrentó a integrantes del CGCC y a la comunidad ante la total ausencia de las fuerzas de seguridad pública que, a pesar de haber sido informadas, nunca se presentaron a la comunidad.
Todo empezó cuando Leonel Felipe Cruz comenzó a difamar a la concejal Eugenia Gabriel Ruiz e incitó al grupo de personas que le acompañaban a dirigirse a su casa para golpearla. Al no encontrarla sometieron a dos de sus hermanos, mismos que fueron golpeados y arrastrados por la comunidad; afortunadamente ninguno sufrió heridas que comprometieran su vida.
Después de unos momentos, se dirigieron a la Casa Alterna del Concejo, donde las concejalas Eugenia y Rosa y el concejal José Luis se encontraban desempeñando sus funciones. El grupo de personas liderado por Leonel Felipe, intentó tirar la puerta de la casa para extraer y golpear a las y el concejal. Ante las agresiones, las personas de la comunidad lograron repeler la agresión. Hubo un enfrentamiento en la plaza central donde el grupo agresor lesionó a 14 personas con palos y piedras y lastimó a dos niños de 8 y 9 años de edad. Algunas personas fueron amenazadas con armas de fuego sin que los agresores hicieran ninguna detonación.
La organización comunitaria pudo contener la violencia a pesar de la omisión de las fuerzas de seguridad estatales y federales; sin embargo, la situación continúa siendo tensa y la integridad de las y los defensores de derechos humanos que conforman el CGCC están en riesgo.
Es necesario que las autoridades desarrollen las investigaciones para esclarecer lo sucedido y que se tomen las medidas pertinentes para garantizar la integridad de quienes conforman el CGCC y sus familias. Así como, garantizar que cuenten con las condiciones necesarias para poder seguir ejerciendo sus labores como gobierno comunitario.