Calificó como “un triunfo del debate público” el que finalmente se seguirá un modelo de guardia civil y no militar, lo que consideró “un paso en la dirección correcta”.
Ante el panorama de inseguridad por el que atraviesa México, en el que tan solo el 2018 es considerado el año más violento al registrarse en promedio 79 asesinatos diarios, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) determinó necesaria una política de “seguridad estratégica y compromisos serios”, por lo que señaló a la Guardia Nacional con mando civil como “un paso firme, pero sólo inicial en el combate contra la delincuencia“.
En un comunicado publicado este lunes, describió que el daño que ha ocasionado la delincuencia al país es “inconmensurable y merma el desarrollo económico, la atracción de la inversión, la generación de empleo, y sobre todo, deteriora gravemente la confianza y tranquilidad en la vida diaria de los mexicanos”.
Por lo que además de apoyar la figura que representaría la Guardia Nacional señalaron como necesario sumar “una reingeniería estructural y administrativa que permita dignificar el papel de los cuerpos policiales y que agilice y mejore el proceso de impartición de justicia en todos sus niveles“.
Según detalló la Coparmex, la creación de la Guardia Nacional representaría la oportunidad “inmejorable para revertir errores y plantear una agenda de procuración e impartición de seguridad y justicia verdaderamente integral”.
Dado el peso que representaría esta nueva fuerza de justicia, celebró como “un triunfo del debate público” el que finalmente se seguirá un modelo de guardia civil y no militar, lo que calificó como “un paso en la dirección correcta”.
Derivado de ello urgió a que de efectuarse, “los militares que pertenezcan a la Guardia Nacional deben renunciar a la milicia con el fin de asegurar la preponderancia del mando civil”.
Reiteró que sin duda la conformación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la inminente creación de una Guardia Nacional con mando civil, son un paso fundamental para desafiar los problemas de inseguridad que nos aquejan. Sin embargo, no es suficiente.
México reclama un rediseño integral de las instituciones responsables del fortalecimiento del Estado de Derecho, que permita restablecer la convivencia social.