Guatemala, 12 mar (EFE).- Catherine Shaw, la turista británica localizada sin vida este lunes en Guatemala, murió por un trauma craneoencefálico tal y como revela la autopsia que se le practicó y que concluyó este martes.
Una fuente del Instituto Nacional de Ciencias Forenses avanzó a Efe la causa del fallecimiento de la joven, de 23 años y cuyo cadáver fue encontrado el lunes en un área montañosa del mirador llamado “Nariz del Indio” de San Juan La Laguna, con vista hacia el lago de Atitlán, en el departamento occidental de Sololá.
Los restos de Shaw llegaron el mismo lunes a la sede pericial de Quetzaltenango, donde, con base a la orden de la Fiscalía Distrital del Ministerio Público, se le realizó una necropsia médico legal para establecer la causa de la muerte y se le tomaron muestras “corporales” que puedan ayudar en la investigación.
“El procedimiento de necropsia concluyó a las 10.30 hora local (16.30 GMT) del martes 12 de marzo del año en curso. Se determinó como causa de muerte hemorragia subaracnoidea derivada de un trauma craneoencefálico con un tiempo estimado de muerte de cuatro a seis días”, agregó la fuente.
Shaw, quien había estado viajando durante tres meses y previo a llegar a Guatemala había estado en la ciudad de México, desapareció el pasado lunes 4 de marzo en el poblado de San Juan La Laguna y, según la Policía, fue hasta el jueves 7 de marzo cuando su compañera de viaje activó la alerta Isabel Claudina (para mujeres desaparecidas) “luego de no localizarla en el hotel donde se hospedaba”.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses, que confirmó la identidad de la joven, dijo que todas las muestras recabadas serán enviadas al laboratorio central de la institución, en la capital, para “profundizar en la investigación”.
Por su parte, el portavoz de la embajada del Reino Unido en Guatemala, Eduardo Smith, dijo a Efe que están apoyando a la familia y pidió a la prensa “respeto” durante “este difícil momento”.
Los trámites para la repatriación del cadáver ya han comenzando, aunque por ahora no hay una fecha exacta para la conclusión de los mismos.
La portavoz del Ministerio Público, Julia Barrera, indicó a Efe que este caso está en la Fiscalía de Femicidio y que por el momento no se pueden dar más detalles porque “está en investigación”.
Además de este caso, los Bomberos Voluntarios informaron este lunes que otras dos mujeres fueron halladas muertas.
Una fue encontrada dentro de un tonel en la ciudad oriental de Chiquimula (a 171 kilómetros de la ciudad de Guatemala) y otra fue localizada dentro de una caja de cartón y bolsas de nailon en un asentamiento a las afueras de la capital.
Ante estos hechos, el ministro de Interior, Enrique Degenhart, dijo este martes después de la reunión semanal del Gabinete de Gobierno que están trabajando “activamente” en el caso de la turista británica como “en todos los otros casos”.
Con respecto al caso de Shaw, el funcionario rechazó calificarlo de “homicidio” o “asesinato” porque aún está en proceso de investigación.
Cuestionado por el aumento de asesinatos a mujeres, Degenhart dijo que consideran que esto “no debería darse” y aseguró que no hay una relación directa entre el caso de la turista y los otros dos, de mujeres guatemaltecas.
“Muchos de los otros homicidios de mujeres tienen una relación con las estructuras criminales de las pandillas”, proclamó, y pidió a los ciudadanos no involucrarse en este “tipo de actividades delictivas porque a esas estructuras no les importan si son hombres, si son mujeres, si son menores de edad”.
Según informes de ONU Mujeres, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, del Observatorio de Acoso Callejero y del Ministerio Público, en 2018 fueron asesinadas 794 mujeres en Guatemala, es decir: 2,17 al día. Además, cada 60 minutos se denuncia una violación (casi 24 en un día) y solo el año pasado se registraron 8.694 denuncias.
En la capital del país, casi la totalidad de las mujeres han sufrido algún tipo de acoso sexual durante su vida y el 87 por ciento asegura que los comentarios de connotación sexual sobre sus cuerpos “no son un halago”.
Estas cifras ponen en evidencia que Guatemala es uno de los países más peligrosos de la región centroamericana para las mujeres.