WASHINGTON — Inmediatamente después de que un juez de Moscú dictara la sentencia de prisión de nueve años de Brittney Griner el jueves, aumentaron las llamadas para que el presidente Biden encontrara una manera de traerla a casa, incluso cuando los críticos se enfurecieron porque la oferta de intercambiar prisioneros con Moscú recompensaba la toma de rehenes rusa. .
El resultado es un dilema doloroso para la administración de Biden, ya que trata de mantener una línea dura contra el presidente Vladimir V. Putin de Rusia por la guerra en Ucrania.
“Aquí no hay nada bueno”, dijo Andrea Schneider, experta en resolución de conflictos internacionales de la Facultad de Derecho de Cardozo. “No importa lo que haga Biden, será criticado, ya sea que estamos dando demasiado o que no estamos trabajando lo suficiente”.
Los funcionarios del Kremlin habían dicho que las conversaciones sobre un intercambio no podrían continuar antes de que se completara su juicio, pero incluso con un veredicto y una sentencia oficiales, es posible que no se llegue a un acuerdo en el corto plazo.
“Creo que el hecho de que Putin no haya dicho que sí de inmediato significa que miró la oferta de Estados Unidos y dijo: ‘Bueno, esa es su primera oferta. Puedo obtener más que eso’”, dijo Jared Genser, un abogado de derechos humanos que representa a estadounidenses detenidos por gobiernos extranjeros.
La administración de Biden propuso intercambiar a la Sra. Griner y Paul N. Whelan, un ex infante de marina condenado en Moscú por espionaje en 2020, por el notorio traficante de armas ruso Viktor Bout, quien se encuentra en medio de una sentencia de prisión federal de 25 años por ofrecer vender armas a un grupo rebelde colombiano que entonces Estados Unidos consideraba una organización terrorista.
El Sr. Biden se encuentra apretado por dos lados.
Por un lado están los partidarios de la Sra. Griner. Su esposa, Cherelle Griner, ha pedido públicamente a Biden que llegue a un acuerdo con Putin lo antes posible. El reverendo Al Sharpton, grupos de activistas demócratas, expertos en televisión, atletas profesionales y celebridades en las redes sociales se han hecho eco de esas súplicas.
Pero también ha habido críticas del otro flanco de Biden, y acusaciones de que Biden ha estado cediendo a la extorsión de Putin, un hombre al que ha llamado criminal de guerra.
“Es por eso que las dictaduras, como Venezuela, Irán, China, Rusia, toman a los estadounidenses como rehenes, porque saben que obtendrán algo a cambio”, dijo a Newsmax el representante Mike Waltz, republicano de Florida, la semana pasada. “Saben que eventualmente alguna administración pagará. Y esto solo pone un objetivo en la espalda de todos los estadounidenses”.
Mike Pompeo, el exsecretario de Estado, se hizo eco de las críticas en una entrevista de Fox News la semana pasada y dijo que liberar a Bout “probablemente conduciría a que más” estadounidenses fueran arrestados en el extranjero.
Y el expresidente Donald J. Trump, quien probablemente se postulará nuevamente en 2024, criticó el acuerdo propuesto en términos crudos. Dijo que el Sr. Bout era “absolutamente uno de los peores del mundo, y se le dará su libertad porque una persona potencialmente malcriada entra en Rusia cargada de drogas”. (Los funcionarios rusos que detuvieron a la Sra. Griner en un aeropuerto del área de Moscú a mediados de febrero encontraron menos de un gramo de aceite de cannabis para vaporizar en sus bolsos).
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