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Guía de retorno de la NBA (XV): lo que se juegan los Rockets en la burbuja

Los Rockets continúan e
mpecinados en su proyecto de bajitos, y

el parón podría haberles servido para trabajar bien los detalles tácticos de su experimento de baloncesto sin pívots
, un small ball que empezaron a implementar después del parón del All Star. El problema para ellos, en la burbuja de Orlando, es que como cualquier experimento, quizás necesita más partidos y entrenamientos de los que han gozado los últimos meses para poder encarar unos playoffs con garantías.

Récord: 40-24 (.625)

Posición: 6º C. Oeste

MVP: James Harden – 34.4 pts, 6.4 reb, 7.4 asi

Calendario: Mavericks, Bucks, Blazers, Lakers, Kings, Spurs, Pacers, Sixers

La temporada de Houston ha sido una montaña rusa. La remodelación de la plantilla empezó en verano con la incorporación de Russell Westbrook. Su coexistencia con Harden ha sido complicada, y por ello los Rockets decidieron liberar espacios para su nueva estrella con el traspaso de Clint Capela y otras piezas por Robert Covington. Su pívot titular por un alero. El resultado es una alineación en la que ningún jugador supera los 2,03 metros de estatura.

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¿Qué hay en juego?

La burbuja y los playoffs pueden determinar la hoja de ruta de estos Rockets, que llevan años buscando el anillo de la mano de James Harden, siempre con resultados comprometidos cuando los rivales han apretado las tuercas en la postemporada.

Uno de los que más se juega en Disney es Mike D’Antoni, el entrenador que lleva un par de años intentando dar ese extra necesario a su plantilla sin éxito. También podría caer, si hay un naufragio sonado, el GM Daryl Morey, que en la pretemporada provocó todo el embrollo de la NBA con China por un tuit en apoyo a las revueltas de Hong Kong.

Quienes menos se juegan son los jugadores, que parece que van a repetir el próximo curso a no ser que el experimento del small ball resulte un fiasco absoluto. ¿Pero qué sería un fiasco absoluto? Para un conjunto que se ha quedado dos años en semifinales de conferencia y un año alcanzó las finales de conferencia en los tres últimos cursos, es difícil pedir más que repetir esos resultados en un año en que han cambiado el sistema de juego.

Los Rockets no tienen muchas posibilidades de conseguir el anillo, pero si que pueden fastidiar a algunos candidatos más firmes. Sin duda, los equipos angelinos están fuera de su alcance, pero el descanso para James Harden, que siempre ha sufrido con el paso del tiempo en las temporadas, puede darles un soplo de aire fresco.

Harden empezó el año, entre noviembre y enero, promediando 39 puntos por encuentro con un 66% de acierto en tiro real
(True Shooting). Sus números bajaron a 29 puntos hasta el parón de la liga por la pandemia debido al más que probable cansancio. Con el cambio a las alineaciones pequeñas, los Rockets consiguieron integrar mejor a Westbrook, aunque eso no fue equivalente a conseguir un mayor número de victorias.

Ahora mismo, los Rockets son una incógnita. Empezaron fuertes con su small ball pero terminaron perdiendo cuatro de sus últimos cinco choques antes de la suspensión del curso. Además, desde que implantaron el nuevo sistema los rivales rebotean 9,4 balones más que ellos por encuentro, y eso son muchas oportunidades otorgadas en un escenario como los playoffs.

La conclusión es sencilla: si Harden está como en noviembre, los Rockets harán daño, pero su límite está en las semifinales o finales de conferencia según vayan los emparejamientos. Lo que nadie les quitará es que sus partidos serán entretenidos.

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