Los Jazz llegan tocados a la burbuja. En primer lugar no podrán contar con los servicios de su mejor tirador exterior, Bojan Bogdanovic (20,2 puntos por encuentro); y además, deberán reconstruir la química del equipo después del cisma provocado por la actitud irresponsable y jocosa de Rudy Gobert antes de convertirse en el primer diagnosticado con la COVID-19 de la NBA.
Récord: 41-23 (.625)
Posición: 4º C. Oeste
MVP: Donovan Mitchell – 24.2 pts, 4.4 reb, 4.2 asi
Calendario: Pelicans, Thunder, Lakers, Grizzlies, Spurs, Nuggets, Mavericks, Spurs
Donovan Mitchell, referente del conjunto de Salt Lake City, fue el siguiente en caer en la lista de contagiados y mostró su mosqueo de forma pública y privada después de que surgieran vídeos de Gobert haciendo bromas con las entonces medidas preventivas implementadas por la liga.
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¿Qué hay en juego?
Los Jazz llegan a Orlando tras un año de altibajos que ha sido, hasta la fecha, muy bueno en resultados globales. Utah consiguió encadenar la quinta mejor racha de victorias del curso con 10 triunfos y una serie de 19-2 entre diciembre y enero que les situó en la cúspide de la conferencia Oeste. Ahora, después de varias idas y venidas, Utah se mantiene en una genial cuarta posición que deberá intentar mantener si quiere mejorar su rendimiento en playoffs.
Lo cierto es que perder a Bogdanovic, un 41,3% de acierto desde la línea de tres, es un rompecabezas difícil de resolver para el entrenador Quin Snyder. A pesar de la presencia defensiva de Gobert, suplir el hueco de 20 puntos dejado por el tirador se antoja complicado.
Entre los problemas de química dentro del vestuario y las bajas, los Jazz tienen todas las papeletas de perder su momento en la burbuja, y podrían desplomarse en la clasificación. Lo más probable es que Snyder junte a Royce O’Neale y Joe Ingles en el quinteto titular, lo que provocará cambios en el estilo de juego y en la fortaleza defensiva del equipo.
A pesar de que tienen potencial para superar la primera ronda de playoffs, los problemas a los que se enfrenta Utah, incluso recuperando al Mike Conley de los mejores Grizzlies, son demasiado grandes como para pensar en grande.
Unas semifinales de conferencia serían un buen resultado, y dependiendo de la química y las perspectivas de futuro de los dirigentes, la franquicia deberá decidir si da a Gobert un contrato de superestrella de cara al futuro.