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Guillermo Lasso: “Si soy presidente de Ecuador, respetaré los principios de quien piensa distinto”

El candidato conservador, Guillermo Lasso, da una conferencia en un hotel en Quito, el pasado 22 de febrero.Agencia Press South

A un mes de la segunda vuelta electoral en Ecuador, los resultados ponen a Andrés Arauz, candidato de UNES auspiciado por Rafael Correa, y a Guillermo Lasso, político conservador que va por su tercer intento, en la segunda vuelta prevista para 11 de abril. Mientras la autoridad electoral y los jueces aún estudian reclamos del tercer candidato, el líder indígena Yaku Pérez que quedó fuera por apenas 30.000 votos, los dos contrincantes afinan sus estrategias de campaña. Un Lasso más informal dice en esta entrevista con EL PAÍS que está abierto a las propuestas feministas o del colectivo LGTBI. Esa mutación atrae a unos, pero también crea desconfianza en otros.

Pregunta. En las elecciones de 2017, obtuvo un 28% de apoyo en primera vuelta. En estas, casi queda fuera con un 19,74%. ¿Está satisfecho?

Respuesta. Evidentemente, yo aspiraba a un número más alto, pero pongámoslo en contexto: es la primera vez que se presentan 16 candidatos a la Presidencia. Eso no es usual. De ellos, 15 vieron en mí la oportunidad para conseguir los votos y plantearon una estrategia de campaña de ataque a Guillermo Lasso.

P. Es su tercera candidatura, ¿será la última?

R. Yo mantengo mi optimismo ante la decisión que tomará el pueblo ecuatoriano, ahora que tiene solo dos opciones: una que representa el pasado y otra, que representamos nosotros, de un futuro de respeto a la democracia, a la libertad, a un país de oportunidades y próspero. Por lo tanto, cuando tengamos los resultados, ahí iré, etapa por etapa, respondiendo la pregunta que me acaba de hacer.

P. O sea, si no gana, es tan posible que vuelva a presentarse como que no lo intente más…

R. Bueno, obviamente, esas son las opciones de vida. Lo que le puedo ratificar es que estoy trabajando y no quiero asumir ninguna posición de éxito. Prefiero asumir una posición de humildad y de respeto a la voluntad del pueblo ecuatoriano.

P. ¿Confiará en los resultados que proclame la autoridad electoral, viendo los cuestionamientos a su gestión? Por recordar algunos: el Consejo Nacional Electoral aceptó que Andrés Arauz se presentara a candidato con una cédula de identidad de otra persona, dejó fuera en el último momento al aspirante Álvaro Noboa y, lo último, un juez electoral que debe decidir sobre el recuento de votos que pide Yaku Pérez se reunió en secreto con él.

R. Yo creo que el Consejo Nacional Electoral como institución deja mucho que desear. Y la prueba de su debilidad institucional es aquello que usted ha señalado. El mismo 7 de febrero se apresuraron a dar un conteo rápido parcial que ponía en segundo lugar al candidato Yaku Pérez y, minutos después, rectificaron. Pero ya sembraron la duda. Generaron la inquietud de que podría haber existido un fraude. Actuar de esa manera deja mucho que desear.

P. Una de las críticas más recurrentes en su contra es que se benefició del feriado bancario de 1999 (cuando se congelaron los ahorros y las cuentas bancarias de los ecuatorianos). Usted fue superministro de Economía en esa época. ¿Qué hizo y por qué aceptó ese cargo?

R. La decisión que llevó al feriado bancario fue adoptada el 9 de marzo de 1999. En esa fecha, yo era gobernador de la provincia de Guayas y un gobernador no tiene nada que ver con la política económica ni con el control del sistema bancario. Ejercí ese cargo hasta agosto del 1999. A partir de agosto y por tan solo treinta días, fui ministro de Economía. Es decir, que fue después del artificio del feriado bancario. Han pasado cerca de 22 años de ese episodio. Jamás he sido vinculado a ningún proceso judicial, porque no existe un documento, ni un acta, ni la versión de nadie de que yo haya tenido que ver con este tema.

P. ¿No se benefició indirectamente?

R. El gobierno de [Rafael] Correa creó la Comisión de Investigación de Delitos Financieros de la crisis del año 99. Yo pedí ser recibido. ¿Y qué concluyó esta comisión? Que yo no tuve nada que ver con el feriado bancario. Correa estuvo diez años en el poder; Moreno, cuatro en el poder… Catorce años han tenido para dar un paso más allá de esta narrativa de Goebbels de repetir una mentira mil veces para convertirla en verdad, al punto de que usted nuevamente me plantea la misma pregunta que he respondido durante años. Nada tengo que ver con el feriado bancario. Yo camino libre por Ecuador, otros son los que han fugado para no cumplir una sentencia de cárcel por actos de corrupción comprobados. No he huido. Pero también tengo derechos, derecho a la honra, a la honra del apellido que llevan mis hijos, mis nietos… Y no es posible seguir con una mentira y repetirla, con afirmaciones o con preguntas.

P. ¿Le incomoda esa pregunta?

R. No, le agradezco que toque el tema como una de las críticas que le hacen a Guillermo Lasso. La otra es la de ser banquero. Es un cargo que he desempeñado a mucha honra, porque gracias a mi trabajo de banquero he podido crear más de 100.000 empleos en el sector privado de manera directa y a través de financiamiento a las empresas, a los emprendedores, a las familias, financiar los estudios en el exterior de muchos jóvenes. Yo tengo experiencia. Sin embargo, el otro candidato de la segunda vuelta nunca ha creado una empresa, nunca ha creado un empleo y ahora nos viene a decir que sabe cómo crear empleo. Él no sabe cómo crear empleo. El que sabe crear empleo soy yo, porque lo he hecho permanentemente a lo largo de mi vida.

P. Andrés Arauz, al que usted alude, dice que usted cogobierna con el presidente Lenín Moreno en la sombra…

R. Aquella mentira de que he gobernado con Moreno es creada precisamente por el correísmo. Pero el correísmo escogió al señor Moreno como candidato, el correísmo impuso a Moreno de presidente con un fraude y yo soy un opositor al gobierno de Moreno. En Ecuador no hay una sola persona del movimiento CREO, al que yo pertenezco, ni un amigo o familiar que haya trabajado en el Gobierno de Moreno. No, el creador de Moreno es Correa y el que ha gobernado con Moreno es Correa, porque muchos funcionarios del gobierno de Correa han trabajado con él.

P. Usted y Andrés Arauz han cambiado su estrategia de campaña de cara a la segunda vuelta, ¿cree que el candidato de UNES está tomando distancia realmente del expresidente?

R. No le podemos creer porque obviamente él es Correa. Trabajó diez años en el Gobierno de Correa. Él propone que Correa regrese a Ecuador, cuando está sentenciado a ocho años de prisión por actos de corrupción. No nos puede venir ahora a decir en la segunda vuelta que toma distancia de Correa. No es verdad. No le cree ningún ecuatoriano. Es el títere de Correa. Representa esta vieja política, el llamado socialismo del siglo XXI que busca dividir a la sociedad ecuatoriana.

P Se ha acercado usted ahora a sectores como el feminismo y hay quien lo toma con desconfianza. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar, por ejemplo, en el tema del aborto?

R. Sobre el tema del aborto, yo quiero decir con claridad que creo en la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Es un principio que no pienso violar como persona, como ciudadano, como padre de familia, como esposo. Creemos en estos valores y hasta que me muera seguiré viviendo con ellos. Pero, obviamente, como presidente de Ecuador, al dirigir los destinos de 17 millones de ecuatorianos, yo tengo que ser respetuoso del pensamiento diferente. Una vez que he definido cuáles son mis principios, diré que estoy dispuesto a respetar los principios de quien piensa distinto a mí. Y si eso lo queremos convertir en un cuerpo legal, pues que exista un debate o diálogo del tema con la participación de los científicos. No es un tema que se pueda definir solo desde la óptica de la religión.

P. Si hay debate, entonces, ¿un Lasso presidente podría reformar el Código Penal para despenalizar el aborto?

R. Yo sería respetuoso de una decisión del pueblo ecuatoriano, una consulta popular. Por iniciativa del Presidente de la República es un trámite expedito, luego de un gran debate nacional. Hay amplios sectores de la sociedad ecuatoriana a quienes no se ha escuchado. No se trata de que yo imponga mis principios y valores. No lo haré nunca en el cargo de Presidente de la República.

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