Habitantes de La Paz, Baja California Sur, mantienen su inconformidad por el proyecto turístico “Kuni” que pretende instalarse en casi mil 700 hectáreas de la zona de Playa Balandra.
En entrevista para Aristegui Noticias, Alejandro Águila, vocero del movimiento No al proyecto “Kuni” e ingeniero ambiental, explicó que este megaproyecto busca construir alrededor de 20 mil cuartos, lo que representa aproximadamente el 70% de la capacidad hotelera actual de la región que cuenta con 28 mil habitaciones.
Esto, incluyendo la ciudad megaturística de Los Cabos.
“Pretenden construirlos en un solo espacio; esto, a nosotras y a nosotros como habitantes de La Paz nos pone muy preocupadas y preocupados”, manifestó.
Foto: Pau Ortiz Rosell
Águila indicó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realizó una consulta pública sobre el proyecto, el 23 de septiembre.
Dijo que es necesario que en todo momento se realicen reuniones de información pública, “que la Semarnat no está obligada a realizar, pero que es crucial para que los ciudadanos comprendan los impactos del proyecto”.
El experto en manifestaciones de impacto ambiental, destacó que el proceso actual es “muy laxo” y no incluye elementos importantes para evaluar los riesgos del megaproyecto.
“Desde la pandemia, no ha habido ninguna reunión de información pública; antes se entendía que era riesgoso, pero parece que se han agarrado de eso para no realizar más reuniones”.
El proyecto, explicó, es impulsado por Maravia S.A. de C.V., y ha sido objeto de disputas legales por la tenencia de la tierra durante años.
El entrevistado recalcó que, “esta zona ha sido pretendida por los capitales inmobiliarios desde hace varios años”.
Además, consideró que ha habido “cierta preferencia” del gobierno hacia este desarrollador, citando el trato privilegiado que recibió por parte del actual gobernador, Víctor Castro, durante su mandato como alcalde.
Asimismo, alertó sobre las implicaciones ambientales que tendría la instalación de nuevas desaladoras para abastecer de agua al proyecto.
Foto: Pau Ortiz Rosell
“Para deshalar un litro de agua, se regresa al mar toda la salmuera, lo que hipersalinizan las aguas, afectando el pH marino y alterando gravemente la vida marina, incluyendo los corales”, explicó.
Afirmó que las afectaciones no solo podrían ser ecológicas, sino también económicas, ya que podrían afectar tanto a la pesca ribereña como al turismo, fundamental en La Paz.
Sobre la cuestión de la propiedad de la tierra, el ingeniero destacó que el despojo es un “alegato entre particulares”, ya que muchas de las tierras eran originalmente ejidales.
“El polígono del megaproyecto abarca accesos a playas, lo que cerraría caminos que permiten a las personas disfrutar de la playa, por ello la importancia de preservar el acceso público a estas áreas”.
Foto: Vive La Paz. Redes sociales
Con la próxima transición de gobierno, el entrevistado manifestó que existe preocupación por la aprobación del proyecto días antes de que finalice la administración de López Obrador.
“Estamos haciendo un llamado a la Semarnat para que no apruebe este proyecto, evaluando todas las opiniones vertidas en la consulta pública”, indicó.
Agregó que el movimiento de oposición a Kuni surgió de la ciudadanía organizada a través de redes sociales, logrando detener amenazas previas como la minería a cielo abierto.
“Es una muestra de que la sociedad paceña se sabe organizar y defiende su territorio. Estamos seguros y seguras de que la Semarnat no hará caso omiso de esta solicitud”, concluyó.
Foto: Ana Mejía
En respuesta a las manifestaciones y el rechazo al proyecto, dijo Aleks Águila, el promovente, Maravia S.A. de C.V., dijo que, ante las protestas y lo que él considera “mentiras” sobre el proyecto, planean retirar el proceso antes de su evaluación por parte de la Semarnat.
Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, el sistema de evaluación pública aún muestra que el proyecto sigue en proceso, por ello, la población mantiene su inconformidad.
Águila dijo que según el desarrollador, también prevé un reestructura a la Manifestación de Impacto Ambiental.
“Esto quiere decir que se dieron cuenta de que como estaba no va a pasar, o eso presumimos, y seguramente lo presentarán de otra manera“, finalizó.
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