hábitat y qué tipo de animal es

Muchas especies animales excepcionales llevan nombres que, a quienes no las conocen, pueden confundirles en cuanto a sus características básicas. Por ejemplo, la musaraña elefante. Hablamos de un mamífero muy extraño, originario del territorio africano, que se diferencia notablemente de otros similares, y que es muy difícil encontrar hoy en día en su hábitat porque está catalogado como en peligro de extinción por las protectoras locales.

Denominados científicamente “Macroscelidea”, estos mamíferos ocupan esa parte del mundo desde hace miles de años, aunque han ido desapareciendo con el paso del tiempo, lo que complica hallar ejemplares de alguno de sus 4 géneros y 19 subespecies.

¿Qué es la musaraña elefante?

También conocidos como sengis, lo más llamativo de estos animales es que nada tienen que ver con los elefantes ni con las musarañas, y de ahí que cause tanta confusión su aspecto, que se asemeja bastante al de un ratón, aunque con un hocico alargado, y una mayor variedad de pigmentaciones superficiales.

Precisamente, en ese hocico largo y móvil ésta una de las claves de esta especie, ya que lo utiliza para buscar alimentos, advertir la presencia de depredadores, y hasta relacionarse con sus iguales.

Otra diferencia con mamíferos pequeños más comunes está en las patas traseras más desarrolladas, que permiten que se desplacen dando pequeños saltos, como los que realizan los conejos y las liebres. Esto se debe a que el peroné, la tibia y el metatarso son más elásticos que en otros animales, y soportan esa exigencia.

Sobre su tamaño, hay ejemplares de musarañas elefante que pueden llegar a los 30 centímetros de longitud, y unos 700 gramos de peso. De allí deriva el adjetivo de “elefante” en comparación con las pequeñas.

Por otro lado, de acuerdo a la subespecie a la que pertenece cada una, cambia la coloración externa del pelaje, si bien suelen tener tonos amarronados, que van de más claros a más oscuros. Al parecer, todo está relacionado con la adaptación, a modo de camuflaje, a los distintos ecosistemas donde proliferan.

¿Cómo viven los sengis?

Al contrario que ratones y ratas, los sengis desarrollan la mayor parte de su actividad durante el día, cuando la luz solar les ayuda a moverse para conseguir alimento, e incluso para reproducirse.

Un detalle interesante de esta especie es que sus integrantes son mayormente monógamos, por lo que forman una pareja que les dura toda la vida, aunque rara vez se los puede observar juntos.

Normalmente, estos seres recelosos de sus espacios conocen el estado de salud de su compañero o compañera a través de ínfimas marcas de olor que se van dejando en los suelos que ocupan.


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