Decir “voy a ponerme a dieta” es sencillo, pero aplicarlo no tanto. Muchas veces el problema es que la comida nos controla a nosotros cuando debe ser al revés. Si podemos manejar este hecho ya tenemos mucho ganado para superar obstáculos para comer de mejor forma y poder mantener nuestro peso. Te mostramos algunos hábitos para conseguir que la comida no nos controle. ¡No es tan difícil!
La ansiedad provocada por muchos de los problemas que tenemos es la base del problema de no poder controlarlo pero como muchas cosas todo ello está en nuestra mente.
Ser conscientes de que tenemos un problema
Si la comida te controla a ti, entonces tienes un problema. Pues todo esto deriva en trastornos mucho más complicados como enfermedades relacionadas con la alimentación como la anorexia o la bulimia. Entonces hay que ser conscientes de todo ello y pedir ayuda a los profesionales.
¿De dieta? en manos del nutricionista
De la misma forma que lo anterior, si realmente vamos a empezar una dieta, es momento de hablar con un nutricionista porque no podemos empezar nosotros un plan de alimentación como se nos antoje y más sabiendo que no somos capaces de controlar todo aquello que comemos. El profesional planificará nuestras comidas y estará ahí como apoyo.
Hábitos, calendarios, planificación
Comemos mal porque no nos planificamos y no cuesta tanto. Debemos establecer unos hábitos para que todo resulte más fácil. Esto quiere decir desayunar a la misma hora, comer, y cenar antes para que nuestro organismo pueda hacer la digestión de forma correcta. Para esto hay que hacer una planificación y establecer un calendario semanal para no repetir comidas y establecer un menú sanísimo.
Meditación y otros
A veces no controlar que comemos es algo que va sumado al no control de nuestras emociones. Lo que es importante entonces es aprender a controlar cuáles son los sentimientos y para esto hay muchas técnicas. Está la meditación, las técnicas de respiración, el yoga, el ejercicio y mucho más que es algo que debemos ya adoptar en nuestra vida para estar mucho mejor con nosotros mismos y con los demás.
Mayor positividad
Si tenemos problemas y no sabemos encauzarlos es el momento de poner remedio, de cambiar nuestra vida o al menos aquella parte que nos gusta menos. Demos mayor positividad para restarle importancia a temas que quizás no lo son tanto y que nos conducen a conseguir que la comida entonces nos controle a nosotros y no al revés.
Calmar la ansiedad
El problema de base de que no podemos controlar realmente todo aquello que comemos es nuestra ansiedad, o al menos es lo que le pasa a una gran parte de personas. Ya hemos visto que hay herramientas para encauzar este tema.
Querernos más
Los estereotipos ya no deben marcar la sociedad. Estos problemas pueden surgir por una importante falta de seguridad muy grande. Es otro de los orígenes del problema. Por tanto, ¡quiérete más! seguro que tienes miles de valores que hay que explotar tanto físicos como psicológicos.
Hábitos diarios
Reducir la cafeína. Evitar la ansiedad por la comida pasa por reducir la cafeína porque nos puede poner mucho más nerviosos y no es nada beneficioso especialmente si tenemos este tipo de problemas.
Beber más agua. La hidratación es también importante para entablar buenos hábitos semanales en torno a la comida. El agua es saludable, la necesitamos para vivir, nos sacia y permite que tengamos mejores hábitos.
Descansar. Cuando atravesamos una etapa algo complicada seguramente estamos descansando menos. Es prioritario dormir y relajarse porque permitirá que podamos seguir adelante y controlar aquello que nos cuesta más.
Ejercicio diario. Verás que con el deporte diario los hábitos cambian y nuestra mente entra en un estado de relax que hace que nos encontremos mejor en todos los sentidos. Como vemos, conseguir que la comida no nos controle es cuestión de tenacidad y mucha paciencia, pero se puede.