A principios de mes se anunció que la cineasta Greta Gerwig sería la encargada de dirigir al menos dos películas del reboot que Netflix plantea para Las crónicas de Narnia. La saga fantástica de cuentos tuvo hace algunos años una incursión en el cine de la mano de Disney, que fue de menos a más, hasta que el producto dejó de ser rentable para la casa del ratón. La apuesta de la compañía tuvo que ver con el auge del cine fantástico en la que Warner poseía la explotación de la IP de Harry Potter y New Line Cinema poseía el fenómeno de El señor de los anillos en la gran pantalla. Ahora el gigante del streaming apuesta por la directora de Lady Bird y de Barbie para su arriesgada apuesta pero, ¿es esta una buena jugada por parte de “la gran N roja” o es un error de planteamiento contratar a una mirada tan personal para la adaptación?
A pesar de que aún quedan algunos días para que podamos ver Barbie, sabemos de sobra que la adaptación de la muñeca de Mattel tendrá un enfoque reflexivo y cinéfilo. Una línea entendible con cierta libertad creativa sin antecedentes. No obstante, el tamaño blockbuster de la operación de los libros de C.S. Lewis dejan en duda que Gerwig vaya a poder tener un ejercicio out of the box tan potente. O quizás, estamos siendo demasiado beligerantes con el supuesto control de la empresa californiana y la directora obtiene un poder de acción y libertad parecido al que tuvo en su momento el Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg.
El tema es que la relación entre director y propiedad intelectual se ha ido diluyendo con el paso del tiempo. Desde la figura de Peter Jackson, hasta los primeros directores que se encargaron de dirigir las acometidas de Marvel en el cine (Ang Lee, Sam Raimi…), parece que hoy en día las grandes marcas huyan de los narradores con estilo propio, sintiéndose todo como algo uniforme y sin carisma. Con todo, podríamos considerar que un talento como el de la cineasta de Mujercitas se pase a las franquicias (al igual que sucede con Barry Jenkins) es un fracaso de la industria, pero su agente Jeremy Barber tiene bastante claro que su cliente posee “la ambición de mirar más allá de los dramas a pequeña escala” y que quiere convertirse en una “directora de gran estudio”.
Todavía desconocemos cuándo comenzará la producción de este relanzamiento de Las crónicas de Narnia, pero antes podremos disfrutar del trabajo de Gerwig en Barbie, la cual está lista para llegar a los cines el próximo 20 de julio.
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