Dos personas han fallecido este miércoles de madrugada en un incendio en el interior de una vivienda de chapa en la barriada de Churriana (Málaga). Las víctimas son un matrimonio, Manuel y Concepción, que estaban pasando la noche en una caravana en el interior del recinto, ubicado al pie del Camino de la Sierra, junto a la cantera El Sillero. “Había mucho fuego, se prendió todo en un minuto”, ha relatado esta mañana Manuel González, un vecino que reside justo enfrente del lugar y que rompió una ventana para intentar sacarlos, pero las llamas y el humo se lo impidieron. Las primeras hipótesis apuntan a un accidente, según fuentes de la investigación.
El matrimonio fallecido residía en el barrio de La Luz, pero solía pasar los fines de semanas y días sueltos en esta zona de Churriana, según han contado los vecinos. Manuel trabajó durante años en la cantera El Sillero, cuya entrada estaba apenas a unos metros de la vivienda. Tras su jubilación, ejercía de guarda informal durante los fines de semana para evitar los robos en el recinto, especialmente de chatarreros. A cambio, tenía la posibilidad de disfrutar de esta humilde residencia, donde tenía dos perros y un pequeño huerto.
Efectivos de la Policía Nacional inspeccionaban a primera hora de la mañana los restos de la vivienda. Aún había un foco incandescente en un árbol integrado en el recinto mientras los agentes hacían fotos para aclarar el posible origen del incendio. Las primeras hipótesis apuntan a un accidente, probablemente por un cortocircuito o una estufa, según fuentes de la investigación. La vivienda poseía una pequeña habitación donde estaba aparcada la caravana, y que tenía a su lado un sofá. Los cuerpos del matrimonio, muy conocido y querido en el vecindario, han sido hallados sentados en ese sofá.
La primera llamada de alerta por las llamas llegó a las dos de la mañana. “Mis perros fueron los primeros en darse cuenta: me vestí rápido e intenté hacer algo, rompí una de las ventas de acceso, pero salió una llamarada de humo y me fue imposible”, destaca Manuel González. Su pareja, mientras, llamó al servicio de Emergencias 112. Rápidamente acudieron efectivos de la Policía Local, Bomberos, Policía Nacional y del 061. Un poco más abajo reside Andrés Gómez. También fueron sus animales los que le despertaron. Escuchó pasar varios vehículos policiales a toda velocidad. “Era raro en pleno toque de queda, algo pasaba”, dice el hombre. Después, se asomó a su terraza y vio las llamas. “Pensé que era un coche que estaba ardiendo, pero no. Vaya desgracia, qué tristeza”, se lamenta el vecino.
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