Los niveles mundiales de hambre y desnutrición empeoraron drásticamente el año pasado y la mayor parte del aumento probablemente se deba a la pandemia de Covid-19, según un informe de varias agencias de la ONU publicado el lunes.
Después de permanecer prácticamente sin cambios durante cinco años, el número de personas desnutridas subió a alrededor de 768 millones el año pasado, el equivalente al 10% de la población mundial y un aumento de alrededor de 118 millones en comparación con 2019, según el informe.
El reporte elaborado por agencias de la ONU, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la primera evaluación integral de la inseguridad alimentaria y la nutrición desde que surgió la pandemia.
“Desafortunadamente, la pandemia continúa exponiendo debilidades en nuestros sistemas alimentarios, que amenazan vidas y medios de subsistencia. Ninguna región del mundo se ha salvado”, dijeron las agencias de la ONU en un comunicado conjunto.
La edición de 2021 del reporte “Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” estimó que, según las tendencias actuales, el objetivo de desarrollo sostenible de la ONU de hambre cero para 2030 no será alcanzado por un margen de casi 660 millones de personas.
Ese número es 30 millones de personas más alto que en un escenario donde la pandemia no hubiera ocurrido.
“Nuestros peores temores se están volviendo realidad. Revertir niveles tan altos de hambre crónica llevará años, si no décadas”, dijo el economista jefe del PMA, Arif Husain.
El número de personas que no pueden acceder a una alimentación adecuada durante todo el año aumentó en 320 millones a 2 mil 370 millones el año pasado, un alza anual igual al de los cinco años anteriores combinados.
De los 768 millones de personas desnutridas, 418 millones estaban en Asia, 282 millones en África y 60 millones en América Latina y el Caribe. En África, sin embargo, el 21% de las personas están desnutridas, más del doble que en cualquier otra región.
Después de disminuir durante varias décadas, la inseguridad alimentaria ha ido en aumento desde mediados de la década de 2010, especialmente en países afectados por conflictos, condiciones climáticas extremas o recesiones económicas.
Con información de Reuters
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