Históricamente los debates vicepresidenciales tienden a ser eventos aburridos, pero en el contexto de la pandemia de 2020, las reglas tradicionales cambian.
El debate entre el vicepresidente Mike Pence y la senadora Kamala Harris será el más importante de su tipo desde que comenzaron los debates de vicepresidente hace 40 años, de acuerdo con el Instituto Brookings, un centro de investigación no partidario con sede en Washington, D.C.
Para el experto en temas de gobernanza del Instituto, John Hudak, históricamente los debates vicepresidenciales tienden a ser eventos aburridos y se centran en la mejor manera como un candidato ayudaría al presidente si fuera elegido y qué tipo de políticas seguiría una administración.
Sin embargo, la contienda de 2020 enfrenta a los dos candidatos presidenciales de mayor edad en la historia de Estados Unidos. Uno de ellos está actualmente luchando contra una grave crisis de salud, el presidente Donald Trump, y otro ha enfrentado una serie de desafíos de salud en la década de 1980, el exvicepresidente Joe Biden.
“Ya sea que Trump sea reelegido o que Biden gane el próximo mes, ellos rendirán protesta durante una pandemia mortal que ha demostrado ser particularmente peligrosa para los hombres mayores”, expuso Hudak en su análisis publicado el pasado 5 de octubre.
El investigador destacó que, si bien los candidatos a vicepresidente casi siempre desean proyectar un aura presidencial y un mando en el debate, ese enfoque será especialmente importante durante el encuentro de este miércoles por la noche.
“Será importante que ambos candidatos se alejen de la guerra política abierta y se concentren en la solemne realidad de un país con un presidente enfermo y que enfrenta muchas otras crisis”.
Perfil de Mike Pence
El vicepresidente Pence debería hacerlo bien. Su personalidad, como se ha visto en sus conferencias de prensa sobre Covid-19, es tranquila, controlada y firme. Esos son atributos que lo ayudarán en el escenario del debate, según Hudak.
“Sin embargo, su presencia y retórica demuestran, con frecuencia, la sensación de una persona sumisa, de un hombre que dice sí a todo lo que pide un presidente dominante. Fresco, tranquilo y sereno jugará bien en el debate; obediente y obsequioso no será. No solo debe parecer listo para asumir la presidencia si es necesario, sino que también debe demostrar que es capaz de ser un líder fuerte por derecho propio, listo para capitanear su propio barco. “Esta será una desviación para el Sr. Pence, como lo sería para cualquier vicepresidente. Ese desafío se magnifica por la necesidad de caminar por una delgada línea entre mostrar fuerza personal y no ser cauteloso”, detalló el investigador.
Perfil de Kamala Harris
La senadora Harris, quien demostró ser una polemista eficaz y poderosa durante las primarias, es fundamental revisar un enfoque que le funcionó bien en el verano y el otoño.
“Su enfoque tenaz y fiscal para nivelar a los candidatos, incluido Joe Biden, demostró su fuerza en la arena política. Ahora, su desafío es alejarse de Kamala Harris, fiscal, y acercarse a Kamala Harris, presidenta”.
Sería importante para ella centrarse en los temas que le interesan profundamente y que perseguiría como presidenta. Parte del debate se centrará en cómo ella ayudaría al Sr. Biden si fuera elegido presidente. Pero la actuación del debate también debe demostrar quién sería ella en ausencia de Joe Biden, detalló Hudak.