¿Has engordado durante el confinamiento? Seguramente no eres la única persona. De hecho, se estima que la media de la población confinada estos dos últimos meses puede haber aumentado hasta más de 4 kilos, de modo que llega el momento de abandonar esa vida sedentaria que hemos llevado estas semanas y ponerse en forma con los consejos que a continuación, os ofrecemos.
Por mucho que hayamos hecho nuestras tablas de ejercicios durante el confinamiento, también es cierto que hemos aumentado las horas que pasamos cocinando, por no olvidar que la gran mayoría de nosotros se ha dedicado a hacer pan, bizcochos y cualquier receta que implicara el uso de azúcares y harinas, dos de nuestros grandes enemigos para mantener la línea.
¿Has engordado durante la cuarentena? Consejos útiles para ponerse en forma
Todavía no sabemos si vamos a poder ir realmente a la playa o a la piscina este verano, pero más allá de aplicar una «operación bikini» para poder lucir en bañador sin que se noten esos kilos de más, es importante cuidar la salud y recuperar el tono o volumen por culpa del confinamiento.
Veamos entonces una serie de consejos y errores que no se deben cometer al decidir seguir una dieta (que, recuerda, siempre es recomendable seguir bajo supervisión médica), post-confinamiento y de este modo lograr ponerse en forma de nuevo.
- No te peses todos los días, sino solo una vez a la semana. Si te pones a dieta ahora que comenzamos la desescalada es posible que no notes que vas perdiendo peso de forma progresiva, pero lo cierto es que esos pequeños cambios en el peso no significan que la dieta no esté funcionando porque pueden estar relacionados con la cantidad de líquido ingerido o con la sudoración. Debes ser constante y no obsesionarte con la báscula. Tan solo sigue adelante con la dieta establecida y notarás los resultados.
- Beba de 1.5 a 2 litros de agua por día. Beber agua es una de las claves para perder peso, pero además, piensa que las temperaturas están aumentando, de modo que debes procurar hidratarte bebiendo mucha agua y no olvidar que también las frutas y verduras aportan líquido (los tés de hierbas sin azúcar son una buena solución);
- No elimines todos los caprichos. Cambiar los hábitos alimenticios no es algo fácil, por lo que incluso durante la dieta siempre es mejor, si es posible, satisfacer alguna necesidad de sabor, siempre verificando las cantidades para no exagerar demasiado las calorías.
- No olvides ningún grupo de alimentos. En la dieta (especialmente en la Mediterránea, que sigue siendo la más equilibrada por gran parte de los nutricionistas) todos los grupos de alimentos deben estar presentes, de modo que no debes olvidarte de la ingesta de frutas, verduras, pan, carne, pescado, y de vez en cuando también vino y dulces (cada dieta debe basarse en el estilo de vida, en las características psicológicas, en el trabajo y en la capacidad de organización).
- Para no comer siempre las mismas cosas, adopta el sistema de sustituciones, es decir, come algo que sea equivalente y que sea adecuado para tu estilo de vida.
- No abuses de los condimentos, pero tampoco no abuses del aceite (una cucharada de aceite corresponde a 90 kcal).
- No te olvides del ejercicio. Aprovecha que por fin podemos salir a hacer ejercicio a la calle o a pasear, para mantener la actividad física y abandonar un poco la vida sedentaria a la que nos hemos tenido que acostumbrar en estos dos últimos meses.
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