Has oído hablar del ghosting, pero ¿sabes qué es?

Hacer una bomba de humo es una cosa muy común. Todos la hemos hecho en alguna ocasión cuando no nos apetecía estar en ese lugar ni un segundo más o cuando no teníamos ganas de dar explicaciones sobre por qué nos íbamos. Este comportamiento es muy antiguo, pero no es hasta ahora cuando se está poniendo de moda. Y también se está haciendo viral gracias a las redes sociales y a una nueva forma de referirse a ella: el ghosting.

El ghosting se lleva practicando desde hace siglos en el tema amoroso. Porque todo el mundo conoce a alguien (o ha sufrido en sus carnes) que ha pasado por ese momento en el que estás empezando a conocer a alguien especial y, de repente, desaparece del mapa: no te escribe, no quiere quedar contigo, no contesta a tus llamadas… Literalmente es como si se hubiera esfumado sin mediar palabra. Es una forma muy poco sutil de poner fin a una relación amorosa, pero muy efectiva. Sobre todo en estos tiempos en los que estamos conectados de manera virtual gracias a internet. Ahora es mucho más fácil ‘hacerse el fantasma’.

Ghosting amoroso y ghosting social

En estos casos se decía que te estaban haciendo ghosting. Sin embargo, ahora también puedes ser víctima de este comportamiento en una comida, en un cumpleaños o en cualquier evento social. Al llegar a una fiesta lo más normal es saludar uno por uno a todo el mundo, pero hacer lo mismo al despedirse puede hacerse muy tedioso, ¿verdad? La solución que se está popularizando cada vez más es hacer ghosting: aprovechar cualquier descuido para irte de allí y desaparecer como si fueras un fantasma. Con enviar un mensaje al día siguiente a tus amigos pidiendo perdón por las prisas y diciéndoles que te lo pasaste muy bien es suficiente para limpiar tu conciencia.

Con el ghosting está pasando como sucedió con los selfies: todo el mundo se hacía autofotos muchos años antes de los Oscar 2014, cuando Ellen DeGeneres hizo el selfie más famoso del mundo (renombrando los autorretratos como selfies) y dando comienzo a la locura. ¡Y ahora nadie para de hacerse selfies todo el rato! Esperemos que no suceda lo mismo con el ghosting…


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