Mañana, miércoles 4 de mayo, el Presidente de la República dará a conocer su plan para tratar de contrarrestar los impactos de la inflación y así garantizar una “canasta básica de alimentos con precios justos“.
El Pdte. @lopezobrador_ aseguró que para combatir la inflación no habrá control de precios a los productos básicos, sino precios justos para la gente con un plan que elabora el gobierno y será dado a conocer el miércoles, sin imposiciones y en colaboración con el sector privado.
— Gobierno de México (@GobiernoMX) April 30, 2022
No será, adelantó el mandatario Andrés Manuel López Obrador, un control de precios, pero sí un mecanismo con el que pretende frenar el disparo inflacionario, provocado, entre otros factores, por la guerra en Ucrania y las dificultades para mantener operando las cadenas de suministro de productos y alimentos.
Actualmente, la canasta básica cuenta con 24 productos, incluyendo leche, atún y sardina, agregados recientemente. Por ejemplo, en la Región Centro, que comprende Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, el precio de la canasta oscila entre 1,037.15 y 1,229.05 pesos, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reportó que la inflación interanual del país subió a 7.45%, a marzo de este año, lo que representó su mayor nivel desde febrero de 2001.
En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus expectativas de crecimiento de México tomando en cuenta que, en 2021, la tasa de crecimiento del PIB del país se situó en 4.8%, pero para 2022 las expectativas estiman que la economía mexicana tendrá una contracción y llegará a una tasa anual de 2% y, para 2023, observa una ligera recuperación de 2.5%.
Por su parte, las expectativas de los especialistas respecto a la inflación sostienen, en términos generales, que las altas tasas de inflación se sostendrán a lo largo de los meses de 2022; incluso, expertos consultados por el periódico El Economista proyectan que la tasa de inflación se trepe a 8%, a finales de 2022.
Consecuentemente, los precios de 12 productos base que conforman la canasta básica en México tuvieron un incremento promedio de hasta 28.6%, entre enero y abril de 2022, por encima de la inflación anual.
De acuerdo con Banxico, la inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados, por un periodo prolongado.
Cuando hay inflación en una economía, es muy difícil distribuir los ingresos, planear un viaje, pagar las deudas o invertir en algo rentable, ya que los precios, que eran una referencia para asignar el dinero de la mejor manera posible, están distorsionados. Por lo que la inflación también refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda.
Además, según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), la inflación perjudica más a los segmentos de menores ingresos y las presiones son mayores sobre la canasta básica y, también, sobre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), un indicador cuya finalidad es estimar la evolución de los bienes y servicios que consumen las familias en México.
El rápido incremento de la inflación desde hace un año refleja primordialmente una ola global. Por ejemplo, en Estados Unidos el aumento de los precios registrado entre febrero de 2021 y el mismo mes de 2022 fue 7.9% mayor que el 7.3% en México, señala el Análisis Ejecutivo del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Entre las principales causas externas están la interrupción de las cadenas de oferta provocada por la pandemia en diversos países; además de las distorsiones generadas por la guerra en Ucrania, cuyos efectos se resienten en productos como el trigo y el maíz.
Asimismo, los precios de diversas materias primas a nivel internacional han aumentado significativamente, como es el caso de la carne de res y de cerdo. Todos los factores señalados han sido agravados en ocasiones por congestionamientos del transporte y pronunciados aumentos de las tarifas de cargo, señala el CEESP.
El Centro, además, indica que se puede afirmar que la raíz de la inflación que se vive en el país es mayoritariamente causada por factores externos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no pondrá control de precios a productos para combatir la inflación. Sin embargo, adelantó que se trabaja en un acuerdo para garantizar una “canasta básica de alimentos con precios justos”.
Asimismo, el gobierno busca un pacto de precios con los empresarios sobre al menos 25 productos de la canasta básica. Por ejemplo, grupo Bimbo confirmó que negocia con el gobierno de México el precio del pan blanco.
Al respecto, el CEESP sugiere que hay que identificar las fuentes más importantes de las presiones sobre los precios, a fin de investigar qué medidas podrían adoptarse para aliviar las presiones en los sectores correspondientes.
Por ejemplo, 60% de la inflación total anual de febrero se explica, principalmente, por la contribución de alimentos (34%) y servicios (16%).
El objetivo de la identificación es contar con alternativas a políticas que el gobierno pudiera considerar, buscando proteger el poder de compra de los consumidores, que involucren controles o topes de precios, o bien esquemas de intervención, como los que se observan en el gas doméstico y el subsidio a la gasolina, indica el CEESP.
Al respecto, Enrique Cárdenas, economista del ITAM e investigador de la Ibero Puebla, declara: “La idea no es buena, para nadie. Es verdad que en momentos específicos puede justificarse un control de precios. Por ejemplo, en tiempos de guerra, con fuerte escasez de bienes, se controla el precio y se raciona la distribución de los bienes entre los ciudadanos para que alcance a todos”.
Pero, éste, afirma, no es uno de esos casos.
Cárdenas señala, a través de un artículo publicado en El Financiero, que a pesar de que en 1987 fue un éxito el plan de estabilización denominado Pacto de Solidaridad Económica desarrollada por el equipo del entonces secretario de Hacienda, Pedro Aspe (“solamente en un año se logró disminuir la inflación a alrededor de 50%”), esta solución no funcionaría en la crisis reciente porque el origen de la inflación es distinto.
“Si los empresarios controlan sus precios, eso llevará irremediablemente a su desabasto y, para evitarlo, el gobierno tendría que subsidiar su producción, para lo cual ya no hay dinero público que alcance”, añade.
Por su parte, Viridiana Ríos, doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard, señala que los sobreprecios de la canasta básica y los altos márgenes de ganancia de las empresas mexicanas son factores que también impactan en la inflación.
Frente a ello, declara que “una solución fuera de la caja” es esencial para reducir la inflación pues la canasta básica tiene sobreprecios y las empresas de México tienen márgenes de ganancia superiores al resto del mundo.
La especialista señala que suavizar precios puede ser una solución, como lo está haciendo Estados Unidos con los costos de la carne. “El mismo FMI declaró no estar en contra de suavizar precios e hizo un llamado a aumentar los programas sociales que dan dinero a los más pobres“, declara la analista a través de su cuenta de Twitter.
5. El mismo #IMF declaró no estar en contra de suavizar precios e hizo un llamado a aumentar los programas sociales que dan 💰 a los más pobres.https://t.co/95ijneS0li
— Viri Ríos (@Viri_Rios) May 2, 2022
Finalmente, en su columna publicada en el periódico Milenio, Viridiana Ríos afirma: “Las economías más exitosas han sido aquellas que no copian prescripciones ortodoxas, sino que se atreven a diseñar políticas heterodoxas adaptadas a las condiciones de su país“.