Alfredo Figueroa, ex consejero del IFE, explicó durante ‘Aristegui en Vivo’ las implicaciones del derribo del acuerdo aprobado por la mayoría del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) para realizar nombramientos clave y otorga más poder a la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, que ahora podrá ocupar estas plazas sin tener una mayoría.
Durante su intervención destacó que, con esta determinación, “se da un paso más a un tema relevante de la vida pública. Un posible esquema de secuestro a las autoridades electorales de México”.
Figueroa explicó que el INE funciona a partir de la condición de tener un consejero presidente y, después de esta figura especial en el consejo, hay consejeros electorales que constituyen el pleno con derecho a voto dentro de la vida electoral del país.
Sin embargo, lo que ha venido ocurriendo -en opinión del ex consejero del extinto IFE- es que no se hacen propuestas para ocupar direcciones ejecutivas, o se han hecho propuestas que simplemente no cumplen con los requisitos centrales que debería tener quien ocupa esa encargo.
Ante estas vacantes no ocupadas, se da una situación que no habíamos visto ni vivido en otro proceso electoral. “Nunca habíamos llegado a estas alturas de un proceso con tal cantidad de no nombramiento y vacantes. Ciertamente es una potestad de la presidenta presentar propuestas, y ciertamente es decisión del pleno determinar si esas propuestas son acorde a lo que se espera de una función como un fiscalizador, alguien que conoce de la tarea de fiscalización, alguien que conoce la administración de un órgano como el INE”, detalló el especialista.
En sus palabras, “lo que se esta resolviendo en el fondo es pasar por encima de la colegialidad, el funcionamiento institucional, al diseño institucional que se constituyó en la ley y la Constitución”.
Respecto al caso de la consejera presidenta Guadalupe Tadei, quien tiene poder para realizar nombramientos clave sin tener una mayoría, Figueroa afirma que esta “es una historia de este Gobierno”, no enviando propuestas o enviar propuestas como la de Lenia Batres “para que entonces, a través de encargadurías de despacho, salte al Consejo y pueda instalar en aquellos cargos centrales para la elección a personas que no tienen el perfil, pero en realidad cumplen las instrucciones de la presidenta y su visión, la de ella o quien esté impulsando esas posiciones, para dentro del Instituto”.
Por lo anterior es que considera esto se trata de “un fraude a la constitución” que hace permanecer una circunstancia excepcional, en lo que llega el próximo titular, algo ordinario, con lo cual se evita que el colectivo conduzca la elección incluso en términos del nombramiento.
“Es muy grave porque da absoluta discrecionalidad a la presidenta del INE para colocar encargados durante el proceso electoral sin limite de tiempo, sin pasar por el consejo general, y eso puede tener consecuencias muy graves para la legitimidad, credibilidad y cumplimiento de acciones que el INE debe realizar”, todo esto en el contexto de una elección presidencial y legislativa prácticamente en las 32 entidades, “donde es central para la disputa por el poder que va a desarrollar el INE”.
Estas acciones, a las que Figueroa engloba dentro del “golpe democrático a la autonomía”, resultan en que el colectivo que dirige la institución sea “hecho a un lado en medio de una determinación de un tribunal electoral que parece estar al servicio del poder en turno, quien promovió junto con el PRI este recurso para echar abajo la determinación de los consejeros electorales”.
Finalmente, Figueroa destaca que los tres consejeros que derribaron el acuerdo: la magistrada Mónica Soto (presidenta), Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, son los que “orquestaron el golpe para quitarle la presidencia a Reyes Rodriguez. Son parte de una estrategia que se orquesta desde algún lugar del poder en México para ir controlando y secuestrando los órganos electorales”.
Consulta aquí la entrevista completa
Your browser doesn’t support iframes
Source link