Limpiar las ventanas es una tarea relativamente sencilla, aunque cuando se trata de limpiarlas por fuera la cosa se complica. Probablemente es la zona de la casa más difícil de limpiar, y también una de las que más se ensucia por la polución, la lluvia, los residuos que arrastra el aire, etc. Hacerlo, aunque no requiera mucha frecuencia, sí requiere eficiencia porque la calidad de vida del hogar depende en gran medida de la entrada de luz, y la suciedad en los cristales la enturbia.
Limpiar las ventanas por fuera no solo es una tarea difícil, sino también peligrosa, especialmente si vivimos en un edificio de varias plantas. Por suerte, existe un truco que lo cambia todo para facilitar esta tarea. Es muy sencillo de poner en práctica y reduce el riesgo de sufrir un accidente, algo fundamental teniendo en cuenta que nuestra seguridad es lo más importante.
El mejor truco para limpiar las ventanas por fuera
Si tenemos ventanas correderas, la solución es muy sencilla: desmontarlas. Solo tenemos que coger el cristal y empujar la ventana por cada lado con ambas manos, levantando el marco para que se pegue el carril superior y sacando el inferior atrayéndolo hacia nosotros. Luego, limpiamos los cristales y las encajamos introduciendo la parte inferior y superior en su carril correspondiente.
En el caso de ventanas altas o cristales fijos, lo mejor es comprar un kit limpiacristales con palo telescópico. Debe estar fabricado en fibra de vidrio, un material muy ligero que nos va a permitir limpiar los cristales sin ningún esfuerzo.
Si las ventanas son oscilo batientes o abatibles, lo tenemos muy fácil. Y es que solo tenemos que abrirlas hacia dentro, bajar la persiana y limpiar los cristales. Es el proceso más simple de todos y podemos repetirlo una vez por semana para tener las ventanas impecables.
El papel de periódico es clave
Para limpiar las ventanas, podemos preparar nuestro propio limpiador casero mezclando tres partes de agua caliente, una parte de vinagre blanco y el zumo de medio limón.
Una forma de limpiarlas sin rayarlas es utilizar papel de periódico viejo, nunca nuevo porque la tinta puede dejar manchas. El papel de periódico es ideal porque nos permite frotar sin miedo a rayar los cristales. Además, deja una pequeña capa invisible que hace los cristales más resistentes a la humedad.
Siempre tenemos que limpiar las ventanas en un día nublado porque si es muy soleado puede dejar marcas.
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