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Hernández de Cos considera “optimistas” las previsiones económicas de los Presupuestos

El proyecto de Presupuestos presentado por el Gobierno la semana pasada ha continuado este miércoles su tramitación parlamentaria con las comparecencias de autoridades en el Congreso de los Diputados. El primero ha sido Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, que considera optimistas las previsiones económicas de las cuentas, especialmente por el impacto de la segunda ola de contagios de coronavirus que amenaza con dejar en papel mojado las estimaciones del Ejecutivo antes de que echen a andar los Presupuestos. “Los riesgos del escenario macroeconómico son claramente a la baja”, ha insistido Hernández de Cos.

“Hay una amplia batería de indicadores que apuntan a que a lo largo del tercer trimestre y lo que llevamos del cuarto la intensidad de la recuperación habría ido perdiendo impulso, motivado por el rápido incremento de contagios”, ha expuesto el gobernador. De esta forma, el rebote de la economía anotado en el tercer trimestre se puede ver truncado en el final de año y existen una serie de riesgos que acechan para los próximos trimestres.

Entre los riesgos que pueden tirar a la baja está, en primer lugar, la evolución de la pandemia. A esto hay que añadir la posibilidad de que se impongan medidas de contención más severas o que no se disponga en el plazo estimado una solución médica efectiva. “De materializarse, estos riesgos lastrarían la recuperación de la actividad económica, sin que puedan descartarse impactos muy acusados como consecuencia de cambios abruptos, potencialmente no lineales, en las dinámicas de los mercados de capitales, la estabilidad de las entidades financieras o la confianza de los agentes”, ha añadido Hernández de Cos. Además, existen otros riesgos ajenos a la evolución de la pandemia como puede ser un Brexit sin acuerdo o la evolución de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China.

Antes de entrar en la valoración del cuadro macroeconómico de los Presupuestos, el gobernador ha valorado que, “en líneas generales, las previsiones [del Gobierno] son coherentes con las publicadas” por el supervisor para este año en curso: una caída del PIB del 11,2% en 2020 y un déficit del 11,3%, con un rebote de la economía del 9,8% el año que viene y un déficit del 7,7%. El consenso de analistas, ha recordado, apunta a una caída mayor, del 12,1% tanto para el PIB como para el déficit este año. Sin embargo, considera “optimistas” los cálculos del Ejecutivo en cuanto a la evolución de la economía, en los ingresos y en los gastos que recoge para el próximo ejercicio los Presupuestos. Además, ha subrayado, se ha sobreestimado el impacto positivo de las ayudas europeas por dos vías: tanto por el factor multiplicador de los fondos de la UE (1,2 en el primer año, según el Gobierno), superior al que refleja la evidencia de ayudas comunitarias previas, como por la capacidad de uso de fondos en 2021.

“El cuadro macroeconómico en el que se enmarcan los Presupuestos está sujeto a riesgos a la baja, derivados tanto de una posible evolución de la pandemia que genere efectos más negativos sobre la actividad económica de los proyectados como, de hecho, estamos experimentando en las últimas semanas en todo el mundo, como de la dificultad de ejecutar a tiempo y en proyectos de calidad los fondos asumidos derivados del programa Next Generation EU”, ha incidido.

Sobre la segunda ola de contagios de coronavirus, Hernández de Cos ha añadido que la evolución de las últimas semanas se asemeja al escenario más pesimista dibujado por el supervisor. Esto cambia por completo las previsiones para el año próximo, ya que la recuperación vigorosa del tercer trimestre estaba en línea con el escenario más favorable. Esto pone de manifiesto la volatilidad de la economía ante una emergencia sanitaria que sigue sin estar bajo control. Por ello, el gobernador ha advertido de una posible nueva ralentización económica, lo que supondría un golpe aún mayor que con la primera: “Dobles desaceleraciones pueden generar dobles efectos negativos colaterales”, ha alertado.

Subidas a los funcionarios y pensiones

Hernández de Cos no ha esquivado los temas espinosos, por ejemplo las subidas de salarios y pensiones: según el gobernador, la actualización de las pensiones contributivas y sueldos públicos al 0,9% en 2021, y por encima incluso en el caso del IPREM (5%), el ingreso mínimo vital o las pensiones no contributivas (1,8%, en ambos casos), choca con el momento de deflación actual, en el que el IPC está sorprendiendo al ir a la baja con caídas del 0,9% hasta ahora.

“Esto podría redundar en un aumento de las compensaciones reales de estos colectivos, en una coyuntura en la que, al mismo tiempo, se materializa una importante destrucción de empleo en el conjunto de la economía y un deterioro muy acusado, sin precedentes históricos recientes, en las cuentas públicas”, ha avisado. En su opinión, sería mejor opción aprobar incrementos más focalizados, por ejemplo en el caso del personal sanitario, y no subidas generales. “Los incrementos generales pueden afectar negativamente al déficit estructural del país”, ha zanjado.

Por la parte de los ingresos, Hernández de Cos ha sido crítico al abordar las subidas de buena parte de las figuras tributarias que incluyen las cuentas públicas en un momento de incertidumbre como el actual. “La recuperación económica en curso aún presenta evidentes síntomas de fragilidad y se encuentra sometida a considerables riesgos a la baja que no aconsejan un aumento generalizado de la presión fiscal en estos momentos”, ha dicho. “Por eso, posiblemente hubiera sido preferible retrasar la introducción de alguno de ellos hasta que nuestra recuperación económica fuera más robusta”, ha criticado. El gobernador, además, ve los mismos nubarrones sobre las estimaciones de gastos contemplados en los Presupuestos. Por ello, “cabe concluir que existe riesgo de que el nivel de déficit acabe 2021 por encima del 7,7%” previsto por el Gobierno, ha añadido.

Ajuste pendiente

Ante todas las desviaciones posibles y los fuertes repuntes de la deuda pública como del déficit que resultarán de la crisis, Hernández de Cos ha reclamado la necesidad de diseñar un plan de reequilibrio fiscal a medio plazo. Eso sí, ha insistido en que mientras se mantenga la emergencia sanitaria, será preciso mantener las políticas expansivas. “El tono tiene que seguir siendo expansivo. El Gobierno tiene que estar preparado para tomar incluso medidas adicionales o recalibrar las ya existentes”, ha argumentado. Es decir, el problema del reajuste se tendrá que abordar el día después de superar el shock de la pandemia. Y ha avisado asimismo que recuperar el equilibrio de las cuentas y cerrar el déficit estructural de la crisis del coronavirus costará aproximadamente una década.

Para llevar a cabo el ajuste, Hernández de Cos ha instado a repasar las partidas de gasto e ingresos, con especial atención en las recomendaciones de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (Airef), que ha identificado posibles mejoras de eficiencia en gasto sanitario, beneficios fiscales o en la dotación para infraestructuras.

Otro de los desequilibrios, según el Gobernador, está en las cuentas de la Seguridad Social, que soporta gastos impropios, el creciente envejecimiento de la población y el sobrecoste de medidas como la revalorización de las pensiones con el IPC. Para resolver este asunto, ha aseverado Hernández de Cos, habría que “aumentar recursos del sistema, admitir reducciones de tasa de beneficio, o incrementar adicionalmente la edad de jubilación”.


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