El Real Madrid logró en San Petersburgo su quinto triunfo en seis jornadas de la Euroliga, el primero a domicilio, tras un duelo muy equilibrado ante el Zenit (68-75). La notable gestión de Heurtel y la sobresaliente defensa de Rudy desmontaron al equipo ruso. El base francés guió al conjunto del Laso con 15 puntos y seis asistencias y el alero mallorquín dio un recital de cómo ser determinante a base de intangibles, a pesar de no anotar un punto. Con cuatro rebotes, tres asistencias, cuatro robos y paladas de competitividad resabiada, Rudy encumbró de nuevo su dominio posicional y visión de juego ante un rival inconstante. Los blancos se hicieron con la victoria gracias a una brillante puesta en escena y a un ejercicio de solidez en el último cuarto.
Xavi Pascual aún se lamenta por la baja de Shabazz Napier, su fichaje estrella de calibre NBA (345 partidos en la meca americana repartidos en seis franquicias). El base de Massachusetts se lesionó los ligamentos del tobillo derecho el mes pasado y el contratiempo rebajó las expectativas del Zenit en el inicio de esta Euroliga. Sin Napier, la pieza llamada a ocupar la gigantesca vacante de Kevin Pangos (Cleveland Cavaliers), el timón del equipo local recayó de forma temporal en manos de Frankamp y Kulagin, y el Madrid aprovechó el vacío de poder para coger carrerilla de salida. Heurtel se hizo rápidamente con el libro de instrucciones del encuentro (7 puntos, un rebote, un robo y una asistencia en los primeros siete minutos) y lanzó a los blancos en San Petersburgo. Sin el lesionado Williams-Goss, pero con Llull de vuelta y el creciente protagonismo de Alocén, el equipo de Laso tensó la presión defensiva y movió el balón con fluidez en ataque (13-22, m. 10). Pero al plan le faltó continuidad.
El segundo cuarto fue otra historia. La brega de Mickey y los triples a pares de Baron y Zubkov aplazaron el anunciado vuelo madridista. El Zenit encontró en el perímetro el atajo perfecto para compensar todos sus desajustes y cambiar los biorritmos al partido. Regresó Heurtel a la pista tras su clínic en el primer cuarto pero, para entonces, el Zenit ya había roto a correr y a sudar. Las acometidas de Loyd y los rebotes de Gudaitis voltearon las sensaciones y el marcador antes de llegar al descanso (38-37, m. 19). Una canasta de Heurtel sobre la bocina fue lo único que mitigó el destemple de los blancos tras su efervescente inicio.
Tavares dio un paso al frente en la reanudación, pero la agitación y la puntería de Loyd permitieron al Zenit mantener la iniciativa. Poco después del primer triple de Loyd llegó la cuarta falta de Tavares y el panorama se le comenzó a complicar al Madrid. Sin embargo, la conexión Heurtel-Yabusele enderezó a tiempo a los blancos. El conjunto de Laso se regaló varios contraataques tras apuntalar su defensa con la decisiva aportación de Rudy; y el pulso entre el dominio reboteador del Zenit y la sólida reacción madridista dejó la contienda equilibrada antes de entrar en la recta de meta (57-59, m. 30). El sprint visitante pilló al Zenit con los pies fuera de los pedales. Con un parcial de 4-12 en apenas cuatro minutos, el Madrid consolidó su optimismo y se garantizó el margen suficiente para gestionar el desenlace (61-71, m. 34). Peleó el Zenit hasta el final, pero Baron y Mickey fallaron dos triples que podían haber estirado la emoción y Rudy culminó su voraz ejercicio competitivo para rematar la obra iniciada por Heurtel.
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